Tegucigalpa – Las calles de Tegucigalpa y Comayagüela, más que rutas de tránsito, se asemejan a la superficie lunar debido a la abundancia de baches que plagan su estructura. Este fenómeno ha llevado a los residentes de la capital a comparar los cráteres de estas vías con los de la Luna, destacando la falta de acción por parte de las autoridades locales para abordar este persistente problema.
La presencia constante de baches no solo es una molestia visual, sino que representa una amenaza continua para la seguridad vial. Los accidentes ocasionados por la esquiva de estos cráteres son una ocurrencia diaria, según denunció un residente en la primera avenida de Comayagüela.
Incluso los conductores de taxis, cuyos vehículos están constantemente en tránsito por las calles de la ciudad, expresan su frustración al describir cómo están «hechos paste por todos lados» debido a la cantidad de baches presentes en las vías.
A pesar de los esfuerzos esporádicos anunciados para la reparación de baches, los ciudadanos sostienen que la aparición de nuevos cráteres supera con creces cualquier intento de solución por parte de las autoridades.
Esta falta de mantenimiento adecuado contribuye a un círculo vicioso, ya que los accidentes generados por la evasión de baches resultan en un aumento del tráfico vehicular, lo que agrava aún más la congestión y los riesgos en las calles.
Los habitantes de la capital, preocupados por la seguridad y el estado de las vías, instan a las autoridades a utilizar de manera eficiente los impuestos recabados y a implementar un mantenimiento continuo en las carreteras, que sirven como la principal vía de comunicación terrestre entre las ciudades gemelas que constituyen la capital del país.
La urgencia de abordar esta problemática se destaca, ya que la situación actual no solo afecta la calidad de vida de los residentes, sino que también representa un riesgo constante para la integridad de quienes transitan por estas calles deterioradas.