Tegucigalpa – El costo de la canasta básica en Honduras ha generado un intenso debate entre organizaciones de la sociedad civil y entidades gubernamentales, después de que la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah) alertara que el precio ya supera los 15,300 lempiras, pese a la estabilidad registrada en la última semana.
Adalid Irías, presidente de Adecabah, detalló que estos precios posicionan a Honduras con la segunda canasta básica más cara de toda Centroamérica, una situación que considera alarmante para la economía familiar del país. Esta valoración se basa en el análisis de una canasta básica conformada por 30 productos esenciales para el consumo familiar.
La problemática se agrava al considerar que en muchos sectores del país el salario mínimo no supera los 15,000 lempiras, lo que coloca el costo de la canasta básica por encima de los ingresos de una persona promedio en el país centroamericano. Esta disparidad entre ingresos y costos básicos de alimentación evidencia una presión económica significativa sobre las familias hondureñas.
La situación económica de los hogares se complica aún más al considerar que el gasto en alimentos no representa la totalidad de los gastos familiares. Irías explicó que esta realidad provoca que al momento de comprar los alimentos, las familias se vean obligadas a decidir comprar únicamente lo justo o incluso menos de lo necesario para una alimentación adecuada.
El presidente de Adecabah reflexionó sobre la complejidad matemática del presupuesto familiar, señalando que una persona debe destinar fondos adicionales para el pago de energía eléctrica, alquiler o compra de casa, pago de servicios como agua, internet, cable y otros gastos básicos, lo que reduce significativamente el dinero disponible para alimentación.
Sin embargo, estas afirmaciones fueron refutadas categóricamente por el director de Protección al Consumidor, José Santos, quien presentó una versión completamente diferente de la situación. Santos aseguró que Honduras cuenta con la canasta básica más barata de toda Centroamérica, contradiciendo directamente los hallazgos presentados por Adecabah.
Esta discrepancia en las valoraciones genera incertidumbre sobre la situación real del costo de vida en el país, considerando que ambas entidades basan sus conclusiones en el análisis de una canasta básica conformada por los mismos 30 productos esenciales. La diferencia en las interpretaciones plantea interrogantes sobre las metodologías utilizadas y los criterios aplicados para realizar estas mediciones, evidenciando la necesidad de un consenso técnico que permita establecer con precisión la situación económica que enfrentan las familias hondureñas en su acceso a alimentos básicos.