Tegucigalpa – La diputada hondureña Beatriz Valle expresó recientemente su frustración en la red social X, afirmando que el Gobierno de Honduras le impidió asistir a la boda de su única hija al requerir su regreso de Canadá en un plazo de nueve días.
«Y no les he contado que el Gobierno al traerme en nueve días de Canadá me impidió estar en la boda de mi única hija… tanta mezquindad. Pero eso es imperdonable», publicó Valle, añadiendo que disentir no debería ser motivo para penalizar a las personas en asuntos tan sensibles.
Ante estas declaraciones, el canciller Enrique Reina respondió también a través de la misma plataforma, aclarando que desconocía la situación personal de Valle y lamentando que no pudiera asistir al evento familiar. «Beatriz, de verdad lamento que no estuvieras en la boda de tu hija, a la que nada impedía que asistieras como persona natural y algo de lo que no teníamos conocimiento», escribió Reina.
El ministro de Relaciones Exteriores recordó que el motivo principal de la salida de Valle como embajadora en Canadá fue su renuncia pública y su postura contraria a una decisión de la presidenta Xiomara Castro, quien dirige la política exterior del país.
«Obedece simplemente a que renunciaste e hiciste pública tu renuncia y especialmente una posición directa contra una decisión de la Presidenta, lo que constituye una causal suficiente para despedirte, tal como lo determinamos en el acuerdo que se te envió», explicó.
Reina subrayó que, según las normas diplomáticas y legales de Honduras, los embajadores representan directamente a la presidenta en el extranjero, y la pérdida de confianza por expresar desacuerdos públicos es motivo válido para su remoción.
«Si públicamente estás contra sus decisiones, dejas de tener su confianza. Como lo sabes perfectamente, en diplomacia no solo son normas, sino que por costumbre, no se puede estar gozando de un puesto y atacar al mismo tiempo a un Jefe de Estado», argumentó.
El canciller también manifestó que la decisión de relevarla de su cargo no tuvo la intención de afectar su relación familiar y que nada le impedía asistir a la boda de su hija como ciudadana particular. «Ella igualmente pudo pedirte que te diera una visa y asistir a su boda. Lo que ocurrió es producto único de tu decisión y no fue con el ánimo de afectar tu relación familiar», agregó Reina.
Por su parte, Valle continuó expresando su descontento en redes sociales, señalando que el trámite para obtener la visa canadiense es más complejo y tardado, y que no le fue posible acceder a ella a tiempo. «No, la visa gringa, que la tengo por 10 años, no permite acceder a la visa canadiense. Es otro trámite, mucho más complejo y tardado», apuntó la diputada.
Este intercambio público destaca las tensiones existentes entre la exembajadora y el Gobierno hondureño, originadas por diferencias políticas y decisiones administrativas. Valle había sido nombrada embajadora en Canadá, pero su salida del cargo se produjo tras manifestar desacuerdos con políticas de la administración actual.
La situación pone de relieve las implicaciones personales que pueden surgir de las decisiones políticas y diplomáticas, así como la importancia de la confianza en las relaciones entre representantes del Estado y el gobierno al que sirven.