Tegucigalpa – En un importante avance en la investigación del sonado caso del asesinato del hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunció este miércoles la captura del presunto autor intelectual del crimen múltiple ocurrido hace casi dos años.
Según informó Sánchez, el detenido responde al nombre de Roberto Oyuela Matamoros, identificado como miembro activo de la organización criminal MS-13 o Mara Salvatrucha. La captura fue realizada por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en el marco de la denominada «Operación Escorpión».
El brutal homicidio ocurrió la madrugada del jueves 14 de julio de 2022, cuando Said Lobo Bonilla y sus acompañantes salían de la Torre Morazán, ubicada en el bulevar Morazán de Tegucigalpa, tras haber departido en una discoteca local.
Además del hijo del expresidente, también fueron asesinados José Salomón Vásquez (sobrino del diputado Walter Chávez), Norlan Enrique Rodríguez (motorista de Said Lobo) y Luis Armando Zelaya (sobrino político de Romeo Vásquez).
El crimen, cuyas imágenes fueron ampliamente difundidas en un video, mostró cómo los atacantes encapuchados descendieron de un vehículo frente a la salida del edificio, interceptaron el automóvil donde viajaba Said Lobo, lo obligaron a bajar, lo arrinconaron contra una pared y lo acribillaron a disparos junto a sus acompañantes.
Por este caso ya habían sido condenados varios implicados. Ever Ezequiel Espinoza Martínez recibió una sentencia de 96 años de reclusión por los delitos de asesinato y asociación para delinquir. Mientras tanto, Erick David Macías Rodríguez y Norma Alicia García fueron sentenciados a 12 años con ocho meses de prisión por encubrimiento de asesinato y asociación para delinquir.
Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado cuando Erick David Macías fue hallado sin vida en el interior de su celda en la cárcel de máxima seguridad El Pozo en Ilama, Santa Bárbara, el pasado 5 de junio de 2024, lo que añadió más complejidad a la investigación.
La captura de Oyuela Matamoros representa un paso significativo en la resolución de este caso que conmocionó a la sociedad hondureña y podría arrojar luz sobre los motivos detrás del asesinato del hijo del expresidente y sus acompañantes.