Tegucigalpa – El cardenal Oscar Rodríguez, dijo, en la homilía dominical, que todo mundo habla de diálogo, pero éste no puede estar donde hay obcecación “y dureza de corazón”.
-No debemos ser como Caín que mató a su hermano Abel, sugiere el jerarca religioso
Honduras no puede recibir al Espíritu Santo “con corazones llenos de odio”, dijo.
Lo hemos dicho hasta la saciedad donde “hoy hay odio no hay amor”, sentenció.
Expresó que podemos pensar de distintas maneras, pero somos hijos de un mismo Dios y por consiguiente todos somos hermanos.
Pero no debemos ser como Caín que mata a su hermano Abel y no estoy hablando de esos crímenes espantosos que no dejan de suceder, dijo.
Lengua
“Estoy hablando de los crímenes de la lengua, de los crímenes de la mentira y de los crímenes de Caín matando a sus hermanos”, puntualizó el purpurado en su mensaje a la feligresía católica.
Para el Arzobispo de Tegucigalpa, “vamos por un camino equivocado que sólo nos llevará a mayor sufrimiento, violencia y muerte”.
Queremos vivir en paz, respetándonos mutuamente, queremos una Honduras que progrese por los caminos de la justicia social, afirmó.
“Fuera el odio y renueva los corazones infectados por la violencia y el egoísmo”, exclamó.
“Nuestra Honduras tiene que ser un Pentecostés, donde reine la paz y el entendimiento, no una Babel donde vivamos confusos”, sentenció el jerarca religioso.
“Honduras tiene que ser un Pentecostés, no una Babel”
Cardenal Oscar Rodríguez
Arzobispo de Tegucigalpa