Tegucigalpa. – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, recriminó este domingo durante la homilía celebrada a puerta cerrada en la Basílica Menor de Suyapa, que “nuestro pueblo se está debatiendo, luchando contra una pandemia horrible y ahí está la otra pandemia de la politiquería”.
En ese sentido, el líder espiritual señaló que “necesitamos concentrarnos para ayudar a salir de esta pandemia y todo mundo hablando de que si elecciones internas, que si esto, que si lo otro, esa zarza que ahoga el verdadero sentido de la vida”.
Rodríguez también lamentó que “tristemente siguen aumentando las muertes, no podemos perder la confianza, por favor sigamos las medidas de bioseguridad, es el único camino para que pueda disminuir esa cima que sigue subiendo y subiendo, para que lleguemos finalmente a derrotar la pandemia, no lo podremos hacer con la indiferencia”.
En la homilía correspondiente al noveno domingo del tiempo ordinaria, el prelado se refirió a la parábola del sembrador que fue dada por Jesús a los discípulos a quienes pidió tener confianza.
“Podemos imaginarnos al sembrador como cualquiera de nuestros hermanos y hermanas en el campo con una alforja esparciendo la semilla por el terreno arado, todo el mundo entendía y entiende esta imagen agrícola”, reseñó.
Explicó que el sentido de la parábola es decirles a los discípulos que tienen que confiar a pesar de las múltiples dificultades tiene la certeza que al final el reino de Dios se manifestará en todo su esplendor.
Indicó que el borde del camino sería el camino de los indiferentes, de quienes no creen que necesiten la buena noticia que ya tienen bastantes noticias, “una hiperinflación de noticias como las que vivimos en nuestro mundo, tristemente todas alrededor de la pandemia; el borde del camino representa una de las actitudes negativas que más se dan el día de hoy, la no escucha de la palabra de Dios; vivir encerrados en el egoísmo, incapaces de abrirse a la palabra que resuena en el interior de cada corazón, un corazón lleno de maldad, lleno de pecado, es como un ave negativa, un pájaro malo que devora la palabra”.
Agregó que el terreno pedregoso nos habla de la superficialidad en la manera de vivir, banalizando la vida, una cultura de la superficialidad que dificulta la escucha de la palabra en el interior de los corazones.
El prelado indicó que las zarzas significan los afanes de la vida, la seducción de las riquezas, falsos ídolos actuales, el placer a toda costa, la búsqueda incesante del reconocimiento, la ambición de la riqueza y el poder, todo esclaviza, aliena, produciendo vidas estériles, ahogadas, faltas de verdadera libertad y de sentido.
Cuestionó que “nuestro pueblo se está debatiendo, luchando contra una pandemia horrible y ahí está la otra pandemia de la politiquería, necesitamos concentrarnos para ayudar a salir de esta pandemia y todo mundo hablando de que si elecciones internas, que si esto, que si lo otro, esa zarza que ahoga el verdadero sentido de la vida”.
Se refirió a que la parábola habla también de una magnifica cosecha, esa parábola es para nosotros hoy en nuestro tiempo en el que cuesta muchas veces son los resultados rápidos y la rentabilidad inmediata, podemos sentir desconfianza y falta de fe en el evangelio.
“Sirve para algo práctico este mensaje que los cristianos proclamamos ante el mundo, dónde están los resultados en nuestra Honduras, en nuestra vida, no será todo ello, una bella utopía o una ilusión engañosa, el mensaje está ahí, lleno de esperanza a pesar de las dificultades”, acotó el líder religioso.
En ese sentido, cuestionó las distracciones, la superficialidad, la inconstancia, el afán de las riquezas o las mil preocupaciones que nos agobian, son las causas que hacen que la semilla no pueda echar raíces y dar fruto; también la cultura dominante en la que todo está vacío y ese vacío se trata de llenar con mil formas, aunque sea la droga, es una cultura de la superficialidad, la diversión en el sentido literal de la palabra, es también una gran dificultad, aunque hay que tener claro que el hombre post moderno es un gigante técnico, pero un enano ético.
El purpurado pidió a los feligreses recuperar la confianza en el Señor Jesús y en la fuerza de su palabra y tomar conciencia de que a pesar de la constancia infinita del sembrador y a pesar de la fuerza de la semilla, nosotros que somos la tierra donde cae la semilla, podemos frustrar la cosecha o podemos hacerla fructificar al ciento por uno.
“Aún en el tiempo de esta pandemia, aún en el tiempo de la situación actual que siguen aumentando los casos y tristemente siguen aumentando las muertes, no podemos perder la confianza, por favor sigamos las medidas de bioseguridad, es el único camino para que pueda disminuir esa cima que sigue subiendo y subiendo, para que lleguemos finalmente a derrotar la pandemia, no lo podremos hacer con la indiferencia”, recriminó.
Añadió que hay muchos que piensan que el COVID-19 es un invento y ya los hospitales no están dando abasto y no podemos seguir así, eso no le toca a otras personas, toca a cada uno de nosotros, cada uno tiene que poner de su parte para vencer esta dificultad tan enorme.
Por eso es que es indispensable, acercarnos y escuchar la palabra y ponerla en práctica, y el indiferente, aquel que toma a juego este contagio que se está dando en números tan grandes, está siendo cómplice de la muerte y ninguna vida sobra en nuestra Honduras.
En ese sentido, pidió tomar en serio la situación y cada uno poner de su parte.
