Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga ha alzado su voz en defensa de los migrantes hondureños, enfatizando la dura realidad que enfrentan para sostener la economía nacional a través del envío de remesas.
En un pronunciamiento conmovedor, el prelado destacó que estos envíos monetarios están «marcados por el dolor, la angustia y el sufrimiento» de quienes los generan.
Las declaraciones del cardenal cobran especial relevancia en el contexto actual, donde aproximadamente dos millones de hondureños residentes en Estados Unidos aportan más de 9,600 millones de dólares anuales en remesas, cifra que representa el 27% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Maradiaga criticó que estos recursos, producto del esfuerzo de los migrantes, en ocasiones sean «despilfarrados en politiquería».
El llamado del líder católico coincide con el endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump, que ha comenzado a implementar medidas más restrictivas y ha anunciado planes de deportaciones masivas.
En respuesta a esta situación, el gobierno hondureño ha lanzado el programa «Hermana y Hermano, vuelve a casa», destinado a atender a los connacionales deportados.
Maradiaga reflexionó sobre la naturaleza de la pobreza, señalando que la forma más terrible de esta no es solo material, sino que se encuentra en la soledad y en el sentimiento de no ser amado, una realidad que muchos migrantes enfrentan en su búsqueda de mejores oportunidades.
Esta intervención del cardenal pone de manifiesto la dimensión humana detrás de las cifras económicas y hace un llamado a la sociedad hondureña para valorar y utilizar responsablemente las remesas que sostienen a numerosas familias en el país.