Tegucigalpa – Centroamérica requiere del apoyo internacional para combatir la corrupción, flagelo que supone “un aliciente para consolidar conductas autoritarias”, señalaron estos viernes expertos al término de un foro regional en Honduras.
“Necesitamos urgentemente una plataforma con actores internacionales y el acompañamiento de actores nacionales para combatir la corrupción de manera frontal”, apeló la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) Gabriela Castellanos.
La corrupción “es muerte, menoscabo de nuestros derechos” y representa “menos educación y salud; el impacto es feroz”, subrayó Castellanos.
En el caso de Honduras, se pierden alrededor de 63 mil millones de lempiras al año por la corrupción, una cifra que aumentó durante la pandemia del Covid-19, señaló la funcionaria del CNA.
“Nos preocupa grandemente la corrupción”, cuyo combate solo se logrará con “procesos transparentes” en el sistema de justicia y el “acompañamiento de una estructura internacional”, enfatizó.
De su parte, la directora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) y exfiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, coincidió con Castellanos al subrayar que la corrupción es “el motor y aliciente de los gobiernos para consolidar conductas autoritarias que restringen a la sociedad civil y el papel de la prensa”.
En la clausura este viernes del XII Foro Centroamericano de Donantes, que se celebró en Tegucigalpa, Paz y Paz señaló que El Salvador, Guatemala y Nicaragua están “viviendo un retroceso directo del Estado de derecho y un resurgir del autoritarismo”.
“La corrupción está en el corazón del resurgir de los autoritarismos en la región, también vemos una tendencia regional con las industrias extractivistas”, recalcó.
Asimismo, destacó la importancia de impulsar comisiones internacionales en la lucha contra la corrupción e impulsar un cambio de cultura ciudadana.
“El narcotráfico también permea la corrupción y está detrás de la captura del Estado y produce la pobreza, la desigualdad y la violencia» en la región, precisó la directora regional de Cejil, organización defensora de derechos humanos.
Paz y Paz instaron a la comunidad internacional a apoyar iniciativas que, “lejos de desplazar a las instituciones nacionales, fortalecen el trabajo de los gobiernos en la lucha contra la corrupción” y señaló que cuando hay voluntad política, la sociedad civil “es la mayor aliada” de los gobiernos en la lucha contra ese flagelo.
El titular de la Secretaría de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción de Honduras, Ángel Edmundo Orellana, señaló que la corrupción tiene un costo devastador.
La lucha contra la corrupción pasa por “tomar medidas y cumplirlas efectivamente”, a criterio del también exfiscal general de Honduras.
Orellana resaltó la voluntad política de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, para crear una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), aunque dijo desconocer cuándo se instalaría.
Castro solicitó en abril apoyo a la ONU para crear la CICIH, por lo que en mayo, Naciones Unidas envió a Honduras una misión exploratoria.
En la jornada de hoy del foro, auspiciado por la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), los expertos coincidieron en el importante papel que juega la sociedad civil en la lucha contra la corrupción en la región.