El nuevo antibiótico fue eficaz contra cepas de bacterias multirresistentes en el laboratorio, pero se necesitan más pruebas para determinar si funciona en humanos.
Por Euronews
Investigadores de Estados Unidos han creado un nuevo antibiótico que, según afirman, supera diversas formas de resistencia a los antimicrobianos. El antibiótico sintético, denominado cresomicina, resultó eficaz contra cepas de bacterias multirresistentes como Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa.
Dos de estas bacterias están incluidas en la lista de patógenos prioritarios para los que se «necesitan urgentemente» nuevos antibióticos, elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La resistencia a los antimicrobianos, que se produce cuando bacterias, virus u otros microbios dejan de responder a los medicamentos, es una de las principales amenazas para la salud pública y causa más de 35.000 muertes al año en la Unión Europea.
Los investigadores de la Universidad de Harvard afirman que el ritmo de descubrimiento de antibióticos eficaces no se ha correspondido con el de su propagación a nivel mundial debido al mal uso de los antibióticos y a la falta de incentivos para desarrollar estos medicamentos.
«Aunque todavía no sabemos si la cresomicina y fármacos similares son seguros y eficaces en humanos, nuestros resultados muestran una actividad inhibidora significativamente mejorada contra una larga lista de cepas bacterianas patógenas que matan a más de un millón de personas cada año, en comparación con los antibióticos aprobados clínicamente», afirma en un comunicado Andrew Myers, profesor de Química de la Universidad de Harvard que dirigió la investigación.
La nueva molécula es una de las varias que ha desarrollado el equipo y se inspira en una clase de antibióticos llamados lincosamidas. Entre ellos se encuentra la clindamicina, un antibiótico comúnmente recetado para tratar infecciones bacterianas graves.
«La mayoría de los antibióticos son productos naturales o versiones semisintéticas (modificadas químicamente) de productos naturales. Sin embargo, puede ser difícil saber cuál es la mejor manera de alterar químicamente los antibióticos para que funcionen mejor», explica Andrew Edwards, profesor titular de microbiología molecular del Imperial College de Londres que no participó en la investigación.
Este trabajo es interesante y significativo porque estudia a nivel atómico cómo los antibióticos existentes impiden el crecimiento de las bacterias». A continuación, los investigadores utilizaron esta información para fabricar un nuevo antibiótico que no sólo funciona con gran eficacia, sino que también puede vencer la resistencia», añadió.
El nuevo antibiótico, la cresomicina, se dirige al ribosoma bacteriano y tiene una capacidad mejorada para unirse a él. Mientras que en algunos casos las bacterias pueden desarrollar resistencia a los antibióticos dirigidos al ribosoma produciendo enzimas que alteran la capacidad del fármaco para unirse a él, este antibiótico se asemeja mucho a su diana para ser más eficaz.
Los retos del futuro
Edwards afirmó que el estudio demuestra la importancia de «comprender cómo funcionan los antibióticos en su nivel más fundamental para poder desarrollar mejores versiones que superen la resistencia».
Los investigadores utilizaron un método descrito en un estudio de 2016 del laboratorio de Myers que consiste en utilizar bloques de construcción químicos en diferentes combinaciones y probarlos en bacterias, lo que puede acelerar el descubrimiento de antibióticos. Edwards advirtió, sin embargo, que «trasladar hallazgos interesantes del laboratorio a la clínica es un proceso largo y muy difícil».
«Aunque este trabajo muestra datos prometedores en estudios con animales, queda por ver si el antibiótico desarrollado aquí funciona en humanos», añadió. Tras la fase de descubrimiento del nuevo antibiótico, hay estudios para descartar su toxicidad en el laboratorio que pueden prolongarse durante años.
Los investigadores han confirmado hasta ahora que el compuesto no inhibe el crecimiento celular humano de ninguna de las enzimas clave para la función celular.
«El descubrimiento de nuevos agentes antibacterianos es fundamental para ir un paso por delante de las bacterias, ya que estos patógenos evolucionan constantemente para eludir incluso nuestros antibióticos de ‘último recurso'», explica a ‘Euronews’ Health Ben Tresco, coautor del estudio y estudiante de posgrado en Harvard.
«Con el uso generalizado de antibióticos, las tasas de resistencia a los antimicrobianos siguen aumentando. Además, este campo de investigación ha sido abandonado en gran medida por las grandes empresas farmacéuticas debido a consideraciones económicas; esto presenta una oportunidad para que laboratorios académicos como el nuestro tengan realmente un impacto», dijo.