Tokio. – Se preveía devastador y, tristemente, cumplió con las expectativas. El paso del tifón Hagibis a su paso por Japón dejó impactantes escenas de ríos desbordados, calles enfangadas y con el asfalto levantado, decenas de coches volcados, casas inundadas y miles de enseres personales dañados y desperdigados.
A última hora, la cifra de víctimas alcanzaba los 56 fallecidos y más de 200 heridos, mientras que los equipos de rescate se esmeraban por dar con al menos 15 desaparecidos y auxiliar a miles de personas afectadas.
No era tarea fácil. Durante toda la jornada, los más de 110 mil policías, bomberos, soldados y personal de la guardia costera desplazados, apoyados por un centenar de helicópteros, tuvieron que bregar entre el barro y el agua para rescatar a las personas atrapadas en tejados o pisos superiores y bucear en zonas inundadas en busca de supervivientes.
Sobre ellos, pendía la amenaza de nuevas lluvias después de un fin de semana en el que algunas áreas del centro y noreste del país recibieron en solo unas horas el 40 por ciento del total de las precipitaciones que registran de media al año.
El resultado de tanta lluvia en tan poco tiempo provocó desbordamientos en 21 ríos, deslizamientos de tierras y que el agua subiera hasta tres metros en el interior de algunas viviendas. “La fuerza del agua era increíble. Estaba oscuro, era aterrador, y pensé que era el final”, narró la treintañera Rie Hasegawa a los medios locales.
Uno de los incidentes más desafortunados tuvo lugar el domingo por la mañana, cuando una mujer de 77 años que estaba siendo trasladada en helicóptero a la ciudad de Iwaki, en la prefectura de Fukushima, cayó desde una altura de 40 metros por no tener el arnés de seguridad bien amarrado. Las fuertes lluvias y vientos, con rachas de hasta 225 kilómetros por hora, también provocaron el hundimiento de un buque de carga registrado en Panamá y anclado cerca de Tokio, lo que provocó la muerte de al menos cinco de los 12 miembros de la tripulación.
Emergencia nacional
Tras una reunión de urgencia, el primer ministro Shinzo Abe dijo que 36 de las 47 prefecturas del país habían sido golpeadas por la tormenta e hizo un llamamiento para prestar apoyo urgente a los afectados.
“Nuestra gente trabaja día y noche en las tareas de búsqueda y rescate. Una zona muy grande está dañada y más de 30 mil personas permanecen aún evacuadas. Responderemos lo mejor que podamos mientras continuamos pensando en aquellos que están sufriendo”, aseguró el líder conservador.
Además de las tareas de rescate, entre las prioridades se fijó el restablecimiento de los servicios básicos en los hogares así como de comida y otros enseres a aquellos que los necesiten.
De los 262 mil hogares que el domingo a mediodía sufrían cortes en el suministro eléctrico, unos 56 mil seguían afectados ayer noche, según datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
Lenta vuelta a la normalidad
El tifón Hagibis, que significa “velocidad” en tagalo, tocó tierra en la isla principal de Honshu de Japón el sábado y se dirigió hacia el mar a primera hora del domingo.
La fuerte tormenta paralizó la vida de Tokio por varias horas, aunque el domingo por la noche los aviones ya despegaban de sus aeropuertos, la gente volvía a las calles y los trenes reanudaron sus viajes.
Mientras se evalúa el alcance total de los daños, las autoridades instaron ayer a la población a mantener la cautela, sobre todo si se encuentran en las cercanías de los ríos afectados, y a que estén alerta ante posibles deslizamientos de tierra.