Tegucigalpa. – Continúa el endeudamiento en el país, luego de que diputados aprobaran en la sesión virtual de este jueves dos nuevos préstamos por 326 millones de dólares que representan más de ocho mil millones de lempiras.
El primer contrato de préstamo se suscribió con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por un monto de 250 millones de dólares.
Con este monto se va a financiar el Programa de Apoyo a la Implementación de la Ley General de la Industria Eléctrica en Honduras.
Por su parte, el segundo contrato de préstamo se suscribió con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por un total de 76 millones 200 mil de dólares.
El dinero se destinará al Programa de Emergencia para Sostenibilidad Macroeconómica y Fiscal.
Al respecto, el ministro de Finanzas, Marco Midence, quien compareció en la sesión virtual refirió que el país está viviendo una crisis impactada doblemente tanto por la pandemia del Covid-19 y ahora por los efectos de tormenta tropical Eta y la administración de los recursos públicos se vuelve aún más sensible en la que la transparencia y la rendición de cuentas debe ser el eje transversal en el uso de los recursos públicos que son de todos.
En ese sentido, explicó que con estas dos operaciones de préstamo básicamente lo que se está haciendo es una operación de gestión de pasivos, una gestión de la deuda que debe manejarse con responsabilidad porque el impacto económico ha llegado a un nivel que se cerrará este año con una caída del siete por ciento de la economía, alto nunca antes visto en los últimos años.
Añadió que adicionalmente los ingresos han caído en una proporción igualmente nunca antes vista y al cierre de octubre, los números indican una caída de ingresos del 26 por ciento, lo que representa una cuarta parte de la meta.
Acotó que la demanda del gasto sigue subiendo y se tienen que generar recursos para atender la emergencia, pero también atender el camino en curso de la administración pública y las exigencias y obligaciones que ya el Estado tiene, no obstante que por el lado de los ingresos existe una caída estrepitosa.
“Cómo hacemos un balance entonces, cómo administramos ese déficit, la pregunta no es tanto si hay o no déficit, la pregunta es cómo financiamos ese déficit y la siguiente pregunta es cómo lo administramos de manera responsable y eficiente”, apuntó.
Reiteró que esta es una operación de gestión de pasivos, que contrata préstamos de la banca multilateral con condiciones más favorables, es decir, en condiciones concesionales que va a permitir mejorar significativamente las condiciones actuales financieras de un instrumento que en este caso es un bono que vence en diciembre de este año.
Explicó que lo que va a generar esa operación desde el punto de vista financiero, es una disminución de la tasa de interés que en este momento es de 8.75 por ciento y con la aprobación de los contratos de préstamo por parte del Congreso Nacional, se podrá pasar a una tasa promedio ponderada de 2.66 por ciento.
Es decir, se pasa de un instrumento que es el bono con una tasa de 8.75 por ciento a un tipo de interés de 6.09 por ciento mediante el préstamo al tiempo que se pasa de un plazo de siete años a 24.7 años mediante el contrato de préstamo y un período de gracia de 8.9 años, lo que representa un ahorro en el costo del dinero.
“El uso de fuentes concesionales de estos organismos, en este caso el BID y el BCIE, va a permitir redimir el vencimiento del bono soberano en este año y por las condiciones del mercado en el momento de su emisión, hace siete años, tenía el cupón más alto y el plazo más corto en los bonos emitidos por el país en el mercado internacional”, arguyó el funcionario.
Precisó que, con la aprobación de los préstamos, en números absolutos significa un ahorro anual en el servicio de la deuda de básicamente un 70 por ciento de intereses, que se traducen en 30 millones de dólares en el servicio de la deuda por año.