Tegucigalpa – En medio de los preparativos finales para las elecciones generales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) lanzó este jueves una carrera contra el reloj tecnológico: la apertura de cotizaciones para asegurar conectividad móvil en más de 2,000 centros de votación que, según la consejera Cossette López, carecen de energía eléctrica, señal de internet o ambas.
El proceso, que se lleva a cabo hasta el mediodía en la sede del CNE en el barrio San Felipe, busca contratar a una empresa capaz de implementar un servicio de conectividad móvil a través de APN privado, esencial para el correcto funcionamiento del sistema de identificación biométrica el día de la elección.
Las compañías interesadas deben presentar ofertas que incluyan bases técnicas detalladas: especificaciones, requisitos y condiciones del servicio. La apuesta es clara: sin conectividad, el sistema biométrico —pieza clave para la transparencia y la prevención del fraude— no podrá operar en zonas críticas del país.
Este paso revela uno de los mayores desafíos logísticos del proceso electoral: llevar tecnología a rincones del territorio donde ni la electricidad ni la señal celular son confiables. Y con apenas 44 días para el 30 de noviembre, cada hora cuenta.
Para el CNE, no se trata solo de contar votos, sino de conectar la democracia.




