Tegucigalpa – La violencia política en Honduras ha encendido las alarmas de los defensores de derechos humanos, quienes advierten sobre una peligrosa escalada de tensiones en el proceso electoral.
Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos (Codeh), ha caracterizado la actual campaña como «muy cerrada y polarizada, llena de odio y rencor», señalando incluso la preocupante implicación de las Fuerzas Armadas en el clima político.
El reciente asesinato del precandidato a alcalde Oscar Montoya, ocurrido la noche del martes 11 de febrero en Esparta, Atlántida, se suma a una serie de incidentes violentos que incluyen la muerte de Juan López, precandidato a la alcaldía de Tocoa, evidenciando un patrón de violencia política que amenaza el proceso democrático.
En respuesta a esta situación, el Codeh ha iniciado una serie de reuniones con precandidatos para promover un diálogo más constructivo y moderar el tono de los discursos políticos.
«Hemos estado reuniéndonos con algunos precandidatos para que se le baje el ritmo de polarización a la campaña, porque la situación social del país no es apta para este tipo de campañas», explicó Maldonado.
La organización de derechos humanos ha expresado su preocupación por el hostigamiento político que sufren varios candidatos por parte de sectores contrarios, señalando que esta dinámica de confrontación podría desencadenar más episodios de violencia en el período preelectoral.
Esta escalada de violencia política representa un desafío significativo para la democracia hondureña y plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los candidatos y la integridad del proceso electoral en curso.
