Tegucigalpa.– Mateo Yibrín, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), volvió a hacer referencia el martes a la Ley de Justicia Fiscal propuesta por el gobierno y pronosticó ominosamente efectos “devastadores” en la economía del país.
Yibrín explicó que aún existen preocupaciones y aprensiones sobre la estabilidad política de Honduras durante la asamblea general ordinaria de la cúpula empresarial.
“es ingenuo decir que esos riesgos desaparecieron, cuando la realidad es que los últimos días son evidencia de que hoy están igual o más vigentes esos riesgos”, dijo, a pesar de que estas preocupaciones no se hicieron realidad.
El líder empresarial destacó lo crucial que es para los empresarios permanecer unidos y adaptarse a los “cambios repentinos” ante los riesgos y peligros.
La reforma tributaria, a la que calificó de “mal intencionada, dañina, donde priman el odio y la discriminación”, fue reconocida como uno de los desafíos más importantes del país para la empresa privada.
Sostuvo que la reforma tendría un efecto devastador en la economía y que no había pruebas de que las ventajas superaran los inconvenientes.
El empresario reafirmó que las empresas privadas tienen el deber de “detener esta ley, antes que sea demasiado tarde”.
Enfatizó: “Es nuestra responsabilidad por Honduras, no por ninguna empresa en particular, por Honduras”.
La actual administración hondureña debe tomar nota de las naciones vecinas que han abierto sus economías a la inversión extranjera y aprender de Nicaragua, “donde una dictadura totalitaria ha despedazado el tejido empresarial y social. Amenazaron y cumplieron”, aseveró.
A pesar de las amenazas, Yibrín remarcó, “no nos vamos a quedar callados”.
Señaló que el gobierno negociaba su complicidad en acompañar los abusos de esa minoría, a quienes se negó categóricamente a referirse a ellos como empresarios, detrás de esta pantomima populista.
