¿Cómo el cabello puede reflejar el estado emocional?

El cabello puede ser un espejo de nuestro estado emocional. 

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Quien mira al espejo no solo ve su rostro o su silueta, sino también la historia que cuenta su cabello. Porque el pelo, aunque a veces no lo notemos, habla de cómo nos sentimos, de cuánto nos cuidamos y, sobre todo, de cómo nos valoramos.

Por Infobae

En mi experiencia como estilista profesional con más de 20 años en la industria, y que he trabajado en todo este tiempo con miles de personas, hombres y mujeres de distintas edades, culturas y estilos de vida, puedo decir con certeza que el cabello es mucho más que una cuestión estética: es identidad, seguridad y autoestima.

La conexión con el cabello

Como artista del cabello de celebridades, dueño de mi salón y creador de una línea de productos para el cabello, he visto transformaciones sorprendentes que comienzan simplemente al mirar al espejo y decidir: “Quiero cambiar, quiero sentirme mejor con quien soy”. Y, aunque suene superficial, el cabello tiene un papel fundamental en ese proceso.

Cortarse el cabello después de una ruptura, cambiar de color en momentos de renovación personal, buscar un nuevo peinado antes de una entrevista o evento importante; estos gestos no son superficiales, son simbólicos. El cabello funciona como una extensión emocional. Lo que ocurre dentro muchas veces se refleja fuera: cuando estamos bien, el cabello brilla; cuando nos descuidamos, él también lo muestra.

El espejo emocional

Diversos estudios respaldan esta conexión entre cabello y estado emocional, como dos publicados en Psychology Today, en los cuales diversos expertos analizaron que tener un mal día de cabello puede afectar negativamente el ánimo de las personas. Incluso, cada vez más hombres admiten que el cabello influye en cómo se perciben a sí mismos, especialmente cuando enfrentan temas como la caída o el envejecimiento capilar.

La razón es simple: nuestro cabello está a la vista de todos. Es lo primero que otros notan y uno de los elementos más versátiles para expresar personalidad, estilo, incluso estados de ánimo. Cuando nos sentimos inseguros, tristes o desmotivados, por citar un ejemplo, descuidamos nuestro cabello. Pero cuando queremos mostrarnos fuertes, seguros y auténticos, cuidarlo es una prioridad.

El significado simbólico del cabello no es el mismo para todos. En las mujeres, históricamente, como si fuera un lugar común, ha estado profundamente ligado al poder personal, la feminidad y la libertad de expresión. Desde tiempos antiguos, una melena larga y cuidada fue asociada con belleza, salud, sensualidad y fuerza. Hoy, esa simbología parece evolucionar hacia algo aún más poderoso: como una forma de empoderamiento.

Una mujer que se corta el cabello como declaración de independencia, que lo tiñe de colores vibrantes para expresar creatividad, o que elige llevarlo natural para reconectar con su identidad, está usando su imagen como un acto de afirmación personal. Y eso, para mí, es una forma de belleza con propósito.

En los hombres, el cabello representa algo diferente, pero igual de profundo: identidad y seguridad. Muchos relacionan su peinado o estilo con momentos clave de su vida —la etapa universitaria, su primer trabajo, una relación importante—. Cuando comienzan a perder el cabello, lo viven no solo como un cambio físico, sino como una crisis de confianza. Por eso, acompañarlos en esa transición, ya sea con cortes modernos, tratamientos capilares o asesoramiento profesional, es parte esencial de mi trabajo.

Entender estas diferencias es clave para conectar con cada persona desde un lugar real y humano, y ayudarlos a encontrar ese estilo que no solo los favorezca, sino que también los represente.

Tu imagen es tu carta de presentación al mundo. Antes de que digas una sola palabra, tu cabello, tu postura, tu forma de vestir y hasta cómo te movés ya están comunicando algo. Y no se trata de vanidad ni superficialidad, se trata de coherencia entre lo que sos, lo que sentís y lo que mostrás.

El cabello —por su visibilidad, versatilidad y carga simbólica— es uno de los elementos más poderosos de esa imagen. Un cabello cuidado, con brillo, movimiento y forma, transmite seguridad, energía, vitalidad. En cambio, un cabello descuidado, opaco o maltratado puede dar la impresión de desinterés, agotamiento o baja autoestima, aunque esa no sea la realidad.

Siempre digo que la imagen no miente, pero tampoco lo dice todo. Por eso, es importante que lo que mostrás esté alineado con cómo querés sentirte y cómo querés que el mundo te perciba. Si estás en una etapa de crecimiento profesional, si querés iniciar una nueva relación, si estás dejando atrás una versión antigua de vos mismo, tu imagen puede ser un canal poderosísimo para reforzar esa transformación.

Hazte esta pregunta: «¿Lo que veo en el espejo refleja quién soy hoy o quién fui ayer?“.

Si la respuesta no te convence, es hora de escucharte, de prestarte atención y de darte el permiso para cambiar. No hay estilo perfecto, hay un estilo que es perfecto para vos. Que te haga sentir auténtico, fuerte y libre.

El arte de transformar, desde adentro hacia afuera

En mi salón en Miami Beach, donde trabajo con artistas, celebridades, ejecutivos, empresarios, amas de casa, influencers y todo tipo de personas que buscan renovar su imagen, he aprendido algo muy valioso: la transformación externa casi siempre va acompañada de un cambio interno.

Por eso, cuando un cliente me dice: “Necesito un cambio”, no solo pienso en un nuevo corte o color. Pienso en lo que esa persona necesita transmitir, en cómo potenciar lo mejor de su esencia con un look que lo acompañe. Y en ese proceso, algo muy importante es la confianza que le transmitas a tu cliente, es forjar esa conexión para que sepa que le vas a crear el mejor estilo para ella o para él, para explotar esa transformación interna y externa al mismo tiempo.

Y lo mejor es sentir y ver como salen a comerse el mundo luego de un gran cambio. Esa sensación no tiene precio, saber que con nuestro arte logramos levantarle el “ánimo” a una persona, que se sienta más confiado/a para enfrentar los desafíos que se vienen, que está preparado/a para una nueva relación.

Para transformar los cabellos, también es muy importante trabajar con productos de calidad. Por ejemplo, para quienes sienten que han perdido el brillo —literal y simbólicamente— recomiendo, de acuerdo a tu tipo de cabello, comenzar con un tratamiento de hidratación profunda a base de chocolate, o un tratamiento nutritivo a base de algún complejo de aceites exóticos, y para los que tengan el pelo más castigado pueden probar un tratamiento reparador a base de macadamia.

Todas estas mascarillas para el cabello, hidratan, nutren, revitalizan y fortalecen. Cuando una persona empieza a ver su cabello más saludable, brillante y manejable, ocurre algo mágico: también se siente más fuerte, más segura de sí misma.

Cómo se refleja el estado emocional en el cabello

El cabello puede ser un espejo de nuestro estado emocional. Es que el cabello brinda señales que indican cómo la autoestima puede impactar en el pelo:

  • Descuido en el cuidado capilar: no lavar o peinar el cabello regularmente.
  • Cambios drásticos y frecuentes: modificar constantemente el estilo o color del cabello.
  • Uso excesivo de productos para ocultar imperfecciones.
  • Rutina de cuidado constante.

Siempre es esencial reconocer estas señales, en nosotros mismos y nuestros afectos, para acudir con un profesional de la salud mental y abordar diversas problemáticas de la salud mental.

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