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¿Cómo identificar los desencadenantes del estrés en el trabajo y la vida personal?

Reconocer las fuentes de presión es el primer paso para aplicar estrategias efectivas y mantener el equilibrio entre el ámbito profesional y social.

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Lidiar con el estrés, especialmente en el lugar de trabajo, es un desafío que puede afectar tanto tu salud física como emocional. Desde identificar los desencadenantes hasta modificar hábitos y adoptar el pensamiento positivo, existen estrategias prácticas para manejar las tensiones diarias.

Por Infobae

El lugar de trabajo probablemente sea una fuente de estrés, pero te sientes impotente ante los efectos de ese tipo de tensión. Sobrellevar eficazmente el estrés en el trabajo puede beneficiarte tanto en tu vida profesional como en la personal. A continuación unas sugerencias para controlar la situación:

Identifica los desencadenantes del estrés

Tu personalidad, tus experiencias y otras características únicas influyen en el modo en que respondes al estrés y lo sobrellevas. Las situaciones y los sucesos que son preocupantes para tus colegas podrían no molestarte en absoluto, aunque también es posible que seas particularmente sensible a determinados factores de estrés que no parecen molestar a otras personas.

Comenzar a afrontar el estrés en el trabajo requiere primero identificar los desencadenantes. Durante una semana o dos, registra las situaciones, los sucesos y las personas que suscitan una reacción física, mental o emocional negativa en ti.

Incluye una breve descripción de cada situación, mientras encuentras respuesta a preguntas como las siguientes:

¿Dónde estabas?
¿Quién estuvo involucrado?
¿Cuál fue tu reacción?
¿Cómo te sentiste?

Luego, evalúa ese inventario del estrés. A lo mejor descubres causas evidentes de estrés, como la amenaza de perder tu trabajo u obstáculos en un proyecto en particular; también podrías notar causas sutiles pero constantes de estrés, como el tiempo que debes invertir para trasladarte a tu empleo o un ambiente laboral incómodo.

Afronta los desencadenantes del estrés

Una vez que identifiques los factores que desencadenan tu estrés, considera cada situación o acontecimiento y busca formas de resolverlos.Por ejemplo, supongamos que estás atrasado en el trabajo porque tienes que salir antes para retirar a tu hijo de la escuela. Quizás puedas preguntar a otros padres o a algún vecino si sería posible turnarse para retirar a los niños de la escuela, o tal vez puedas empezar a trabajar más temprano y tomar un receso más corto para el almuerzo o trabajar en tu casa por la noche para ponerte al día. A menudo, la mejor manera de lidiar con el estrés es encontrar la manera de modificar las circunstancias que lo provocan.

Maximiza tu capacidad de administrar el tiempo

Además de abordar ciertos desencadenantes específicos del estrés, generalmente vale la pena mejorar la capacidad de administrar el tiempo, sobre todo si tiendes a sentirte abrumado o bajo presión en el trabajo. Por ejemplo:

  • Fija objetivos realistas. Trabaja con colegas y administradores para establecer expectativas y plazos realistas. Establece revisiones de progreso regulares y modifica tus metas según sea necesario.
  • Haz una lista de prioridades. Prepara una lista de tareas y clasifícalas en orden de importancia. Durante el día, consulta la lista de prioridades y trabaja en las tareas siguiendo el orden de importancia.
  • Protege tu tiempo. Si tienes un proyecto difícil o de especial importancia, reserva tiempo para trabajar en él sin interrupciones. Además, divide los proyectos grandes en tareas más pequeñas.
  • Mantén las cosas en perspectiva. Cuando tu trabajo es estresante, puedes sentir que absorbe toda tu vida. Para mantener las cosas en perspectiva:
  • Obtén otros puntos de vista. Habla con colegas de confianza o con amigos sobre tus problemas laborales, porque esas personas pueden darte opiniones o sugerencias para afrontar la situación. A veces, el simple hecho de hablar sobre un factor de estrés puede aliviar.
  • Toma un descanso. Aprovecha al máximo las pausas de tu jornada laboral, porque hasta unos minutos de tiempo personal durante un día de trabajo ajetreado pueden ser reparadores. Asimismo, tómate un descanso cuando puedas, ya sea unas vacaciones de dos semanas o un fin de semana largo. Además, intenta no pensar en el trabajo en determinados momentos; por ejemplo, no revises tu correo electrónico en casa por la noche o apaga el celular en ciertos momentos cuando estés en tu casa.
  • Ten un método de desahogo. Para evitar el agotamiento, resérvate un tiempo para hacer actividades que disfrutes, como leer, socializar o practicar algún un pasatiempo.
  • Cuídate. Presta atención a tu salud. Incorpora la actividad física a tu rutina diaria, duerme bien y aliméntate sano.

¿Cómo detener el diálogo interno negativo para reducir el estrés?

¿Tu vaso está medio vacío o medio lleno? Es posible que la forma en que respondas a esta antigua pregunta sobre el pensamiento positivo refleje tu visión de la vida, tu actitud hacia ti mismo y si eres optimista o pesimista, e incluso puede afectar tu salud.

De hecho, algunos estudios muestran que los rasgos de personalidad como el optimismo y el pesimismo pueden afectar muchas áreas de tu salud y de tu bienestar. El pensamiento positivo que suele ir aparejado con el optimismo es una parte clave del manejo del estrés de manera eficaz. El manejo del estrés de manera eficaz está asociado con muchos beneficios para la salud. Si tiendes a ser pesimista, no te desesperes, puedes aprender a pensar de forma positiva.

El pensamiento y el diálogo interno positivo

El pensamiento positivo no significa que ignoras las situaciones menos agradables de la vida. El pensamiento positivo solo significa que enfrentas lo desagradable de una manera más positiva y productiva. Crees que va a pasar lo mejor y no lo peor.

El pensamiento positivo suele comenzar con el diálogo interno. El diálogo interno es ese flujo interminable de pensamientos no manifestados que te pasan por la cabeza. Estos pensamientos automáticos pueden ser positivos o negativos. Parte del diálogo interno proviene de la lógica y la razón. Otra parte puede surgir de las ideas erróneas que creas por falta de información o expectativas consecuentes de ideas preconcebidas de lo que podría suceder.

Si los pensamientos que te pasan por la cabeza son en su mayoría negativos, es más probable que tu perspectiva de la vida sea pesimista. Si tus pensamientos son mayormente positivos, es probable que seas un optimista, alguien que practica el pensamiento positivo.

Los beneficios para la salud del pensamiento positivo

Los investigadores aún exploran los efectos del pensamiento positivo y del optimismo en la salud. Los beneficios para la salud que es posible que el pensamiento positivo proporcione incluyen los siguientes:

  • Aumento de la expectativa de vida y tasas más bajas de depresión
  • Niveles más bajos de sufrimiento emocional y dolor
  • Mayor resistencia a las enfermedades, mejor salud cardiovascular y menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares
  • Mayor bienestar psicológico y físico
  • Menor riesgo de muerte por cáncer, afecciones respiratoriaso por infecciones
  • Mejor capacidad de afrontar una situación difícil durante las dificultades y los momentos de estrés
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