Seguro te ha pasado, un mal día, te sientes abrumado y esa compra que no tenías en mente parece la solución perfecta para sentirte mejor. Sin embargo, lo que al inicio parece un alivio momentáneo, a largo plazo puede afectar a tu estabilidad financiera.
Cuando estamos tristes, es común evitar gestionar nuestros gastos y tomar decisiones impulsivas. Por eso, las emociones juegan un papel clave en nuestras finanzas, y la tristeza puede llevarnos a gastar de más o incluso a ignorar la planificación económica.
Para evitar que esto afecte tu bolsillo, los especialistas de ‘Aprende y Crece’ de Banco Azteca brindan algunos consejos:
- Educación financiera: Entender conceptos básicos de ahorro, inversión y presupuestos te ayudará a tomar mejores decisiones.
- Planificación realista: Fija metas alcanzables para evitar frustraciones y reducir el estrés financiero.
- Buscar apoyo profesional: Considera la asesoría de expertos en finanzas personales. La terapia psicológica también puede ayudarte a gestionar la ansiedad relacionada con el dinero.
- Autocuidado y resiliencia: Incorpora hábitos saludables como el ejercicio y la meditación para mejorar tu bienestar emocional.
- Evitar compras impulsivas: Aplica la “regla de las 24 horas”: si sientes la necesidad de comprar algo no esencial, espera un día antes de tomar la decisión.
Viviana Bueso, Gerente General Banco Azteca Honduras indicó que el dinero y las emociones están más conectados de lo que imaginamos, pero con educación financiera y hábitos saludables es posible tomar mejores decisiones.
Pequeños cambios pueden marcar la diferencia para lograr estabilidad económica y bienestar emocional.