Desde no conectarse a redes de WiFi públicas hasta descargar aplicaciones en tiendas oficiales, existen varias medidas para reducir robos.
Por Infobae
El auge de los pagos digitales a través de teléfonos ha facilitado las transacciones cotidianas, pero abrió la puerta a nuevas formas de fraude. Según autoridades y organizaciones expertas en ciberseguridad, las estafas asociadas a estas plataformas están en aumento y pueden ocasionar pérdidas millonarias si no se toman medidas de seguridad adecuadas.
Desde redes WiFi inseguras hasta aplicaciones fraudulentas, los ciberdelincuentes aprovechan cualquier descuido para acceder a cuentas bancarias y datos personales.
Por esta razón se presentan varias medidas clave, para utilizar el teléfono de forma segura y evitar ser víctima de estas prácticas ilícitas.
Un sistema operativo desactualizado es una puerta abierta para los ciberdelincuentes. Los fabricantes de dispositivos y desarrolladores de software lanzan actualizaciones regularmente para corregir vulnerabilidades de seguridad que los atacantes podrían aprovechar.
Al no instalar estas actualizaciones, se corre el riesgo de que el móvil sea más susceptible a programas maliciosos y accesos no autorizados. La Organización de Consumidores y Usuarios de España OCU recomienda tener el sistema operativo al día porque reduce significativamente las probabilidades de ser víctima de un ataque.
Estas actualizaciones no solo refuerzan la seguridad, sino que también mejoran el rendimiento general del dispositivo. Por lo tanto, es necesario activar la opción de actualización automática para garantizar que el teléfono siempre cuente con las últimas mejoras de seguridad.
Aunque muchas personas consideran que los antivirus son innecesarios en dispositivos inteligentes, los expertos sugieren lo contrario. Los programas de seguridad específicos para teléfonos detectan y eliminan amenazas como malware, spyware y aplicaciones fraudulentas antes de que causen daño.
Además, suelen ofrecer funciones adicionales como alertas de phishing y bloqueo de sitios web sospechosos. Una pequeña inversión en un buen software de seguridad, puede ser la diferencia entre proteger su dinero o sufrir pérdidas importantes.
La OCU recomienda elegir un antivirus confiable, preferiblemente de proveedores reconocidos en ciberseguridad, y evitar aplicaciones gratuitas que prometen protección, pero que podrían ser en sí mismas un riesgo.
Las redes WiFi públicas, como las de cafeterías o aeropuertos, son un terreno fértil para los ciberdelincuentes. Estas conexiones no cifradas permiten a los atacantes interceptar datos sensibles, como contraseñas y detalles bancarios, que los usuarios envían al realizar pagos o acceder a aplicaciones financieras.
La OCU aconseja desconfiar de cualquier red que no requiera contraseña o que utilice sistemas de seguridad débiles. Si es imprescindible usar estas redes, se recomienda emplear una red privada virtual (VPN) para cifrar los datos y proteger la información personal.
Sin embargo, lo más seguro es evitar realizar operaciones financieras hasta estar conectado a una red confiable o a través del plan de datos.
Un descuido tan sencillo como dejar el teléfono sobre una mesa puede ser suficiente para comprometer su seguridad. Personas malintencionadas pueden acceder físicamente al dispositivo, instalar software espía o modificar configuraciones que faciliten el acceso remoto a sus cuentas.
Incluso si el teléfono está bloqueado, técnicas como el robo visual (shoulder surfing) pueden permitir a un atacante observar patrones de desbloqueo o contraseñas.
La OCU sugiere mantener el teléfono fuera del alcance de extraños cuando no se utiliza y activar funciones de seguridad como el bloqueo con PIN, huella dactilar o reconocimiento facial.
También, es útil configurar un tiempo de espera breve para el bloqueo automático y evitar que las notificaciones muestren información sensible en la pantalla de inicio del celular.
Las aplicaciones fraudulentas son un método común de los ciberdelincuentes para acceder a datos financieros. Estas apps suelen imitar a las aplicaciones oficiales de bancos o servicios de pago, engañando a los usuarios para que ingresen sus credenciales, que luego son robadas.
Para evitar este tipo de estafas, la OCU insiste en descargar aplicaciones exclusivamente de tiendas oficiales, como Google Play Store o Apple App Store, porque estas realizan verificaciones de seguridad.
Asimismo, se debe prestar atención a las reseñas, la cantidad de descargas y la reputación del desarrollador antes de instalar cualquier aplicación.