Cuesta encontrar las palabras para describir lo que se ha vivido en la noche del Santiago Bernabéu. Porque no solo se trató de la derrota del Manchester City en 16vos de la Champions League ante Real Madrid, sino que fue una conjunción de eventos que hicieron del cónclave de la noche madrileña en un recuerdo histórico.
Por Olé
Antes que nada habrá que empezar con la debacle de Pep Guardiola. Quizás, este fue el peor partido en la historia de un equipo del catalán. Si bien quiso sorprender con la presencia de Nico González, Omar Marmoush y Abduqodir Husanov desde el inicio, el partido reflejo que fue más un capricho y un intento de abdicar la incertidumbre con una revolución táctica que de una realidad concreta en sí. Con los recién llegados y con Erling Haaland y Kevin De Bruyne en el banco, los Citizens se comieron una paliza en el Bernabéu que fue tan solo 3-0. Es que en Madrid, el City nunca estuvo en partido.
Fue un monólogo del Real, que por momentos parecía estar en un entrenamiento y no en la vuelta de los 16vos de final de la Champions League con un equipo del calibre del Manchester City en frente. O bien eso se creía de los ingleses, que fueron una lágrima de aquel que ganó la Champions 2023, pese a que los nombres son, en gran parte, los mismos. Algo de esto ya le había ocurrido a Pep en la final de la Orejona en 2022, cuando un sobreestudio táctico lo llevó a perder con el Chelsea. En fin, a Guardiola se lo comió el personaje. Muchas veces se dice que los entrenadores se creen más importantes que los jugadores y eso es un error, la goleada del Real Madrid fue una muestra de ello. Nunca se entendió el propósito de Guardiola para marginar a dos de los mejores jugadores de su equipo y darle lugar a chicos que recién han llegado al club que tuvieron que lidiar con un equipo gigante como lo es el de Ancelotti.
De hecho, así lució el City en un partido en el que le salió todo mal. La descripción del equipo de Guardiola no debería ir más que la de un once sin rumbo, perdido, obnubilado por las dudas y sin entender el motivo de los cambios de un entrenador exitosísimo que ha caído en su propia trampa: el ego que lo mantuvo en la cima de Europa durante más de una década. De hecho, así lo demuestran los números, que marcan que ha sido la derrota más temporada de Pep en la Champions, luego de aquella caida ante Mónaco en 2017 en octavos de final.
Claro, también habrá que hablar de Kylian Mbappé. Ahora sí, Kiki desembarcó en la capital española. Hace aproximadamente seis meses se dio el desembarco del francés, a quien se le había criticado no aparecer en los duelos decisivos del conjunto blanco. Y ahora que dirán.
Mbappé deslumbró en el Bernabéu y fue el gran artífice del mitin de los de Carletto y su gente. El francés marcó un hat-trick con un gol más lindo que otro. El primero de sombrero, el segundo haciendo pasar de largo a Josko Gvardiol y el tercero con una apilada que terminó con un zurdazo sensacional que se incrustó sobre el poste izquierdo de Ederson. Mbappé se graduó en el Real Madrid para, pese a no haber ganado la Champions, empezar a meterse en el corazón de los hinchas blancos, allí donde habitan las figuras de Cristiano Ronaldo, Raúl, Zidane y compañía porque es para eso para lo que lo llevaron al Bernabéu.
En fin, la noche fue un contraste brutal. Un equipo sin rumbo y otro que demostró, una vez más, que cuando de un mano a mano se trata es letal. Y así lo entienden sus jugadores. Ahora a esperar el sorteo, en donde el Real Madrid podría cruzarse con el Bayer Leverkusen o el Atlético Madrid.
