Tegucigalpa – La tragedia que mantiene de luto al departamento de Olancho alcanzó su punto más doloroso este lunes cuando autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo de la educadora Aleyda Cabrera Santos en las proximidades de la carretera que conduce a la aldea de San Pedro de Gualaco.
La maestra, reconocida por su dedicación y compromiso con la comunidad, había sido víctima de un secuestro el pasado 14 de enero mientras realizaba compras en una pulpería local.
Según informes preliminares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DPI), que ya ha iniciado las investigaciones correspondientes, el cuerpo fue trasladado al Centro de Medicina Forense para los análisis pertinentes. Las autoridades mantienen hermetismo sobre los detalles específicos del caso, aunque las circunstancias apuntan a un acto violento.
La desaparición de Cabrera había generado una intensa movilización en la comunidad. Durante los días posteriores al secuestro, los perpetradores establecieron contacto con la familia exigiendo un rescate, lo que había mantenido la esperanza de encontrarla con vida.
«Perdimos a una gran maestra y persona», lamentó uno de sus colegas, describiendo a Aleyda como una profesional entusiasta y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
Su fallecimiento ha provocado una profunda conmoción en el sistema educativo local, donde era apreciada por su dedicación a la enseñanza y su impacto positivo en la comunidad.
Este trágico suceso ha intensificado las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los educadores en zonas rurales de Honduras, donde la violencia continúa siendo un desafío significativo.
Familiares y allegados de la víctima exigen justicia y medidas concretas para prevenir futuros casos similares, mientras la comunidad de Gualaco llora la pérdida de una de sus más queridas educadoras.