Tegucigalpa – El Instituto Nacional Penitenciario (INP) ha revelado que la corrupción, complicidad y sabotajes internos han desencadenado una serie de actos violentos en los últimos días, resultando en la muerte de dos reclusos en los Centros Penitenciarios de «El Pozo» en Santa Bárbara y «La Tolva» en Morocelí, El Paraíso.
De acuerdo con la información de inteligencia penitenciaria recopilada por la Comisión Interventora, el crimen organizado busca desestabilizar el plan de acción implementado por la Presidenta de la República, Xiomara Castro, a través de la «Operación Refundación Penitenciaria». Esta operación tuvo su primera fase en el Centro Penitenciario de Ilama, Santa Bárbara.
En el marco de las acciones tácticas operativas, se ha detectado la filtración no solo de la primera fase de la operación, sino también de información sobre su desarrollo, lo que ha obstaculizado el decomiso total de armamento que los reclusos poseen actualmente y que ha generado constantes enfrentamientos entre miembros de dos estructuras criminales, según informes de los interventores y la Cúpula Policial tanto del INP como de la Secretaría de Seguridad.
Durante el trabajo realizado por los interventores, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, y los abogados Sandra Rodríguez y Mario Chinchilla, se evidenció la corrupción y conspiración por parte de algunos miembros del personal operativo asignado al establecimiento, especialmente en el caso de «El Pozo I», donde se descubrió la colocación de una antena que proporcionaba señal de internet a los módulos.
En respuesta a esto, la Comisión Interventora ordenó el desmantelamiento de las redes de comunicación y entregó los indicios decomisados a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Los teléfonos encontrados están siendo analizados para determinar si fueron utilizados y por quién, con el fin de identificar y tomar acciones contra aquellos que ordenaron actividades criminales en perjuicio de la población hondureña. Este enfoque en la investigación del delito desde los recintos penitenciarios representa un paso sin precedentes.