Por: José Eliécer Palomino Rojas
Las instituciones educativas que son asistidas, guiadas por líderes creyentes y que en la actualidad, conservan la costumbre bonita, y la devoción del gran legado que, los antepasados adultos mayores de las familias cejeñas y colombianas, dejaron en las celebraciones de los primeros viernes de mes, los cuales se reunían 3 a 4 horas para orar, llenarse de Dios, salud y bienestar, por medio de la oración, comunión de la eucaristía, en la actualidad, algunas comunidades religiosas, e instituciones educativas, grupos de oración, aún conservan la hermosa costumbre tradicional.
El mensaje que sembró en la mente, cuerpo y espíritu el sacerdote Víctor, de la parroquia de la Santa Cruz, a los jóvenes estudiantes de grado séptimo C, fue a manera de comparación cuando se dirigió a ellos diciéndoles:
«Cuando uno se enferma del alma debe buscar al médico, y el médico es Jesús. Hoy el evangelio nos dice que no necesita médico los que están aliviados, sino los que están enfermos.
Seguidamente continúa el sacerdote a manera de interrogación compartiendo el mensaje de la palabra de Dios diciendo: ¿Cuándo nos enfermamos en el alma? El sacerdote mismo responde, que nos enfermamos en el alma cuando cometemos una falta grave, cuando obramos mal, porque se apartó de Dios y que, ante esas faltas, el ser humano ya no está enfermo del cuerpo, sino del alma, y que hay una medicina muy especial para el alma, que se conoce con el nombre del sacramento de la confesión, que regala paz, tranquilidad, perdón, reconciliación consigo mismo, con los semejantes y con Dios.
Y continúa el sacerdote su explicación diciendo: Cuando uno está enfermo del espíritu, es cuando uno cae en bobadas al creer en horóscopos, en brujerías, hechicería, en tabla Wija-Ouija, y cuando se cree en esas cosas raras se les complica la vida.
Prosigue con otro interrogante el sacerdote:
¿Qué es lo que mantiene sano el espíritu? Y responde el sacerdote, La oración, cuando uno se levanta o cuando uno se acuesta hace oración para darle gracias a Dios por el día y por las cosas que nos regaló, al ir a misa los domingos para que Dios nos mantenga aliviados en el cuerpo, alma y espíritu.
Lo importante es que nosotros nos diferenciamos de los animalitos, porque ellos se acuestan, comen y duermen, pero no piensan en Dios, ni piensan en la otra vida, como lo podemos hacer y pensar nosotros.
Por último, trajo como ejemplo a la persona de Mateo expresando: Mateo era cobrador de impuestos, y cierto día Dios lo llamó y Mateo se convirtió y empezó una vida nueva, así que ustedes sean unas personas que lean la biblia con frecuencia, sean personas de fe, de oración, de eucaristía.
Y terminó el sacerdote la explicación del mensaje evangélico bendiciendo a los jóvenes estudiantes, y docentes presentes con deseo cristiano: «Que Dios en este primer viernes de mes los proteja a ustedes, a sus familiares y docentes Amén. Concluyó el sacerdote.
No hay que dejar olvidar que el cuerpo, el alma, el espíritu de los seres humanos, necesitan de un bueno, nutrido alimento material y alimento espiritual y que la acogida, la participación de los jóvenes de grado Séptimo C, en el espacio de la celebración del primer viernes de mes de julio de 2023, demostraron que, desde los hogares, se vivencia y se practica los valores cristianos con respeto, devoción. Concluyó JEPARDINI.