INECO brindó una serie de acciones para poner bajo control las multitareas, el hábito que nos puede volver más lentos y también es la causa de muchos errores y descuidos.
Por Infobae
Vivimos en un mundo que nos invita y nos demanda constantemente hacer multitasking. Mientras nos encontramos trabajando en un documento, notamos que recibimos un mail, lo leemos y luego volvemos a ello. Al rato, tomamos el celular, revisamos las redes sociales y retomamos nuevamente el documento. También ocurre que muchas veces, por ejemplo, mientras miramos una serie en la televisión, utilizamos nuestros celulares, respondemos un Whatsapp y luego volvemos a prestar atención a la serie. Estas y gran cantidad de otras escenas de este estilo se repiten de forma diaria en la vida cotidiana de muchas personas.
Por ese motivo, podemos decir que nos encontramos permanentemente realizando multitasking. Entonces, ¿qué significa exactamente este término?, ¿pueden nuestros cerebros realmente hacer multitasking? Para comenzar, es importante definirlo.
“Si le preguntamos a la mayoría de las personas nos dirán que el multitasking es realizar dos actividades en simultáneo. Esto es posible cuando las dos cosas que queremos hacer involucran áreas distintas del cerebro. En cambio, cuando ambas tareas implican un procesamiento por parte de las mismas áreas, nuestros cerebros no pueden hacerlo al mismo tiempo”, plantea la licenciada Clara Pinasco, neuropsicóloga y jefa del Departamento de Neuropsicología de INECO.
Un ejemplo de esto sería hacer una modificación de nuestros planes del fin de semana, teniendo en cuenta horarios y actividades, mientras trabajamos en una planilla de Excel del trabajo. En estos casos, nuestros cerebros lo que terminan realizando es un cambio rápido entre tareas. Se conecta a una tarea, se desconecta y se conecta a la otra tarea en milisegundos, lo que nos hace pensar que estamos haciendo ambas al mismo tiempo.
“No solo no es posible realizar dos actividades en paralelo, sino que además trae aparejado muchas consecuencias negativas. Los estudios demuestran que al hacer multitasking somos más lentos, producimos más errores y nuestros cerebros se estresan al tener que conectarse y desconectarse constantemente entre actividades. Esto termina siendo lo opuesto a lo que buscamos dado que, contrariamente a lo que se cree, realizar una tarea a la vez nos hace más productivos”, explica la licenciada Pinasco.
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