Tegucigalpa – En un operativo reciente, la Secretaría de Seguridad de Honduras ha confirmado la captura de cuatro agentes de la Policía Nacional implicados en un grave incidente de violencia. Uno de los agentes enfrenta acusaciones directas de homicidio, mientras que los otros tres son acusados de encubrimiento y omisión de socorro, en relación con la muerte del menor Erick Daniel Bonilla Pérez, ocurrida el pasado 13 de junio de 2024 en Comayagüela.
Carlos Daniel Núñez Ávila, el agente señalado como responsable del homicidio, junto con Mario Orlando Amador Sosa, Kenia Yoxibel Cárcamo Ordóñez y la subinspectora Rosi Elizabeth Valladares López, están ahora bajo custodia, según los detalles proporcionados por la Secretaría de Seguridad y el Ministerio Público.
Según el informe, durante un operativo policial en la Cuarta Avenida de Comayagüela, Núñez Ávila disparó desde la patrulla, impactando fatalmente a Bonilla Pérez. A pesar de la gravedad de la situación, se reporta que los oficiales involucrados decidieron abandonar el lugar sin prestar la debida asistencia al menor.
Además, las investigaciones han revelado que los informes policiales sobre el incidente contenían información falsa, complicando así el esclarecimiento de los hechos y violando los principios de justicia y transparencia que deben regir el actuar de los cuerpos de seguridad.
Este caso pone en relieve la urgente necesidad de una mayor supervisión y responsabilidad dentro de las fuerzas policiales hondureñas, en un momento en que la ciudadanía demanda garantías de seguridad y respeto a los derechos humanos por parte de sus servidores públicos.