Tegucigalpa – Más de 300 familias damnificadas de las tormentas Eta e Iota en noviembre de 2020, que perdieron sus viviendas al ser soterrada su comunidad, le piden a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que les complete la ayuda brindada en el nuevo sitio donde ahora viven.
Los afectados vivían en lo que fue la aldea La Reina, departamento de Santa Bárbara, oeste, que fue totalmente soterrada por el derrumbe de un cerro.
A los damnificados, unas 335 familias, el Gobierno les construyó 290 casas en la jurisdicción de Macuelizo, Santa Bárbara, mientras que las restantes fueron edificadas por la Fundación Hogar Franciscano La Misericordia, que lidera el sacerdote Leopoldo Serrano y algunos de sus pobladores con sus propios recursos.
Una de las beneficiarias con una modesta casa, de bloques de cemento, es Elia Esperanza Trochez, de 58 años, quien dijo a EFE que está esperando el documento de propiedad del inmueble, en el que vive con su esposo, un octogenario que, a causa de un derrame cerebral y otros trastornos, hace quince años quedó lisiado y sin voz.
A Trochez, quien parió once hijos, también le acompaña uno enfermo que no puede trabajar, y para subsistir, según su relato, depende de la poca ayuda que le brindan tres de ellos.
“No nos han dado la seguridad de la casa, ya estamos en ella, pero todavía no tenemos los documentos, primero Dios ojalá se pudiera lograr, es la esperanza que nosotros tenemos”, expresó Trochez, quien hace cuatro años vivía en la aldea El Sauce, entre La Reina y Buena Vista, que fueron severamente dañadas por las torrenciales lluvias a causa de las tormentas Eta e Iota.
Sin escuela y calles inconclusas
Otros damnificados de la antigua aldea La Reina indicaron a EFE que a su nueva comunidad le falta una escuela y un colegio para sus hijos, la pavimentación de las calles que ha quedado inconclusa y una planta de tratamiento de aguas residuales, que está abandonada desde marzo.
El 4 de julio, después de una caminata de más de 240 kilómetros, desde San Pedro Sula a Tegucigalpa, el sacerdote Leopoldo Serrano fue recibido por la presidenta hondureña, a quien le solicitó energía eléctrica, agua potable, una escuela, pavimentación de las calles, una planta de tratamiento de aguas residuales y los documentos de las casas de los damnificados.
Serrano, por quien el mundo supo que la aldea La Reina había sido sepultada, también abogó entonces por la finalización de otros proyectos de viviendas para familias pobres damnificadas de Eta e Iota que están abandonados en Choluteca (sur); Olanchito, El Progreso y Villanueva (norte).
Sobre la ayuda recibida para los damnificados de La Reina y sus alrededores, Serrano dijo a EFE en la nueva comunidad, ahora con el nombre de San Francisco de Asís, que la ayuda ofrecida por la presidenta Castro ha sido a medias.
Como ejemplo, señaló que una bomba de tratamiento para la comunidad está abandonada, por lo que las aguas residuales están siendo descargadas directamente en el río Chamelecón, que cruza por el sector, contaminando esa fuente natural.
La planta de tratamiento está abandonada, al parecer porque el Estado le adeuda dinero a la empresa constructora, según indicó el religioso.
Tampoco se ha construido la escuela, por lo que los niños de preparatoria, primaria y secundaria reciben clases en una galera y un centro comunitario construidos con recursos de la fundación que él lidera y pobladores, con maestros de educación que no son permanentes en el sistema estatal, dijo Serrano.
De todas las calles de la nueva comunidad, solamente han sido pavimentadas dos y la obra está paralizada desde hace varios meses, por problemas administrativos con la empresa constructora.
El Gobierno tampoco le ha extendido el documento de propiedad de las casas a los damnificados, de los que muchos subsisten con trabajos temporales del campo o como ayudantes de albañilería.
El agua potable que consumen los pobladores de la aldea San Francisco de Asís baja de una montaña, por una tubería comprada por la comunidad, dijo Serrano.
El religioso recalcó que la presidenta hondureña “es buena”, pero sus ministros, al menos los que están involucrados en el nuevo proyecto de los damnificados de la aldea La Reina, muy pobres en su mayoría, le están fallando.
“Nuestra presidenta respondió positivamente, pero lo que falta es que se cumpla lo que ella prometió”, enfatizó Serrano. EFE