Tegucigalpa – La inversión pública total en Honduras ha alcanzado los L53,976 millones hasta diciembre, representando el 68% de los L79,323 millones asignados en el Presupuesto General para 2023, según datos de la Secretaría de Finanzas (Sefin).
A pesar de esta asignación significativa de fondos, el economista hondureño Roberto Lagos cuestiona la correlación entre la inversión y el crecimiento económico registrado hasta ahora, que se sitúa en un 3.3%.
Lagos critica la reclasificación de «ayuda social» como «inversión social», incluyendo subsidios como el de L10 al precio de los combustibles y la energía gratuita a los hogares que consumen menos de 150 kWh al mes.
Lagos, participando en el foro Frente a Frente de Canal 5, argumenta que este cambio de clasificación distorsiona la evaluación real de la inversión pública, ya que los subsidios son considerados gastos y no inversión según el Manual de Estadísticas de Finanzas Públicas de 2014.
En respuesta a las críticas, la secretaria de Sefin, Rixi Moncada, defiende la clasificación del Gobierno, destacando que se abordan tres áreas: productiva, capital bruto y social. Moncada considera estas medidas como una «inversión social en la persona humana, pobres y gente que lo necesita».
La inversión social ejecutada en 2023 asciende a L33,327 millones, mientras que la inversión productiva y la formación bruta de capital suman L11,388 millones y L9,259 millones, respectivamente.
En el subsector de energía, que incluye los subsidios, se han utilizado L12,376 millones (59.90%) de los L20,660 millones asignados. Ante estas cifras, el economista Wilfredo Díaz critica la inclusión de subsidios como inversión, señalando que los subsidios son gastos y no contribuyen al aumento del stock de capital, que es la esencia de la inversión.