Tegucigalpa – Autoridades penitenciarias encontraron celulares y una computadora en poder del extraditable Rafael Sosa Méndez durante una requisa en los módulos de máxima seguridad de la Penitenciaría Nacional de Támara, Francisco Morazán.
Fuentes del centro penitenciario confirmaron al medio Proceso Digital que el decomiso de estos dispositivos, prohibidos para los reclusos, ha generado malestar entre los abogados defensores de los privados de libertad en el área de máxima seguridad.
La situación se torna más tensa tras denuncias de supuestas agresiones contra varios reclusos de alto perfil, incluyendo al estadounidense Gilbert Reyes y los hondureños Juan Carlos «El Pescado» Bonilla y José «Chepito» Handal, alegaciones que fueron desmentidas por el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El coronel Ramiro Muñoz, jefe del sistema penitenciario nacional, había denunciado el 1 de noviembre la existencia de presiones por parte de jueces y abogados para trasladar a Sosa Méndez a un módulo de mínima seguridad.
«Nadie va a doblegar, ni al director, porque él hará lo que yo le diga», afirmó el militar, defendiendo la integridad institucional del sistema penitenciario.
«Por más amenazas que tenga un director, por favor respetemos la institucionalidad de este instituto que por muchos años ha sido cuestionado y violado de la peor manera», enfatizó Muñoz, reiterando su compromiso con el cumplimiento de la ley.