Tegucigalpa – Rafael Alegría, dirigente del partido Libertad y Refundación (Libre) y miembro de la delegación del Gobierno de Honduras que observó las recientes elecciones en Venezuela, ha afirmado que el proceso electoral fue completamente transparente, rechazando cualquier insinuación de fraude. «Nosotros observamos el proceso.
Más de mil observadores internacionales estuvimos presentes en las urnas y, difícilmente, podía haber fraude porque este proceso está automatizado y auditado», declaró Alegría.
Durante el proceso, se destacó una alta participación ciudadana con un 59% de los electores ejerciendo su voto, según datos proporcionados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. Alegría señaló que «Estos resultados son contundentes y reflejan la voluntad del pueblo venezolano de continuar en paz, impulsando y consolidando el proyecto de país que ellos mismos han definido».
El ambiente electoral, a pesar de las predicciones de violencia, se desarrolló en un contexto de tranquilidad y participación notable, lo que, según Alegría, confirma el éxito de la democracia popular en Venezuela.
«Es importante reconocer que aquellos que no aceptan estos resultados son los mismos que han apostado al fracaso de la democracia popular en Venezuela», comentó.
Por su parte, el coordinador de Libre y expresidente hondureño, Manuel Zelaya Rosales, también presente en las elecciones, felicitó a Nicolás Maduro por su «inobjetable triunfo», resaltando que la propuesta por la paz se impuso con una ventaja de 7 puntos.
La presidenta de Honduras, Xiomara de Zelaya, igualmente felicitó a Nicolás Maduro por su victoria electoral, que asegura su permanencia en la presidencia de Venezuela por un tercer mandato consecutivo.
La mandataria alabó al «valiente pueblo de Venezuela por su inobjetable triunfo, que reafirma su soberanía y el legado histórico de Hugo Chávez».
La postura de la delegación hondureña subraya el reconocimiento de una parte significativa de la comunidad internacional a los resultados de las elecciones venezolanas, mientras algunos estados y actores internacionales mantienen reservas o no han reconocido los resultados.