Desarticulan red sucesora de «El Rojo» en operativo contra narcotráfico en Honduras

Autoridades ejecutaron siete allanamientos en Cortés y Copán contra "Los Tovar", estructura que heredó las rutas del narcotraficante Víctor Hugo Díaz Morales y continuó operando tras su extradición a Estados Unidos en 2017.

Lo más reciente

Tegucigalpa – La Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) desplegó ayer una importante operación en el norte y occidente de Honduras, regiones donde las redes del narcotráfico mantienen una presencia persistente.

Los operativos se concentraron en San Pedro Sula, Cortés; y en las localidades de El Paraíso y La Entrada, Copán, como parte de una estrategia para desmantelar la evolución de una estructura criminal que ha sobrevivido a la captura de sus principales líderes.

La investigación se centra específicamente en la red conocida como «Los Tovar», una organización que operó bajo la sombra de Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», y que logró mantener sus operaciones incluso después de que éste fuera capturado y extraditado a Estados Unidos en 2017.

Díaz Morales fue uno de los narcotraficantes más influyentes en el occidente hondureño. De acuerdo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, mantuvo estrechas colaboraciones con «Don H» (Héctor Emilio Fernández) y posteriormente con Tony Hernández, exdiputado y hermano del expresidente Juan Orlando Hernández, ambos actualmente cumpliendo condenas por narcotráfico en Estados Unidos.

Su trayectoria criminal inició como chofer de «Don H», hasta convertirse eventualmente en su principal lugarteniente.

Con el paso del tiempo, «El Rojo» estableció conexiones con organizaciones criminales de Colombia, México y Guatemala. Sin embargo, tras su detención en Guatemala en 2017, sus rutas de tráfico no desaparecieron: fueron heredadas por la familia Tovar, según han revelado las investigaciones de la DLCN.

Un personaje clave en esta transición fue Óscar Fernando Santos Tovar, quien asumió parte del control operativo de la organización hasta su posterior captura con orden de extradición. No obstante, según confirmó un agente antinarcóticos, la red no se desintegró tras este golpe: «Otros miembros de los Tovar tomaron el control», aseguró la fuente.

Los principales focos del operativo, según la DLCN, son comunidades ya conocidas por su historial en actividades de narcotráfico: El Espíritu y El Paraíso, en Copán. En estas localidades, Santos Tovar encontró refugio en su momento, y las investigaciones actuales sugieren que es donde continúa activo el relevo familiar.

La hipótesis que manejan los investigadores es que la estructura ha continuado operando con un perfil bajo, utilizando redes de distribución previamente establecidas, pero implementando métodos más sofisticados para evadir a las autoridades. Hasta el momento, la operación ha resultado en el decomiso de varios vehículos de lujo, y las diligencias continúan en desarrollo.

Las declaraciones de «El Rojo» ante tribunales en Nueva York evidenciaron que su operación no dependía de un solo individuo, sino que funcionaba como una red estructurada, con niveles jerárquicos definidos y con significativa influencia política y territorial. Este caso demuestra que en Honduras, las estructuras del narcotráfico no desaparecen, sino que se transforman y adaptan.

Según la investigación, «Los Tovar» no solo heredaron los contactos de «El Rojo» en Colombia y México, sino también su capacidad de adaptación. La nueva generación del clan ha mantenido la logística, asegurado rutas y buscado nuevas alianzas. La captura de Santos Tovar no detuvo las operaciones, solo las descentralizó.

Si bien la Fiscalía y la DLCN no han revelado nombres específicos de los nuevos líderes, los operativos en curso sugieren que hay nuevos cabecillas en la mira de las autoridades. Lo que resulta evidente es que la red continúa activa, perpetuando el legado de narcotráfico, lavado de activos, violencia y corrupción que dejó «El Rojo».

spot_img

        

       

Destacados

La politización de Koriun: cuando una estafa se transforma en una estrategia electoral

Una estafa financiera privada se ha convertido en un asunto de Estado. El caso Koriun, que afectó a más de 35 mil ahorrantes principalmente en el departamento de Cortés, está siendo redirigido desde las esferas más altas del poder hacia una solución política con evidentes fines electorales.

Noticias relacionados