Tegucigalpa. — María Antonieta Mejía, diputada del Partido Nacional, pronosticó un sombrío futuro para la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), cuya creación fue una de las promesas clave de la presidenta Xiomara Castro.
Según Mejía, la CICIH está destinada a fracasar, calificando el esfuerzo como «la crónica de una muerte anunciada».
La parlamentaria expresó su escepticismo ante la efectividad de la comisión, alegando que un «pacto de impunidad», respaldado por la Corte Suprema de Justicia, ha limitado de antemano la capacidad de la CICIH para actuar.
“Creo que el memorándum de entendimiento solo va a quedar en papeles», afirmó Mejía, refiriéndose al plazo del 15 de diciembre establecido para su implementación.
Además, Mejía criticó las restricciones que, según ella, se impondrían a la comisión, sugiriendo que estaría severamente limitada en sus investigaciones. “Literalmente le vamos a poner un zipper y le vamos a decir investigue solo del lado derecho y no del lado izquierdo”, comentó, simbolizando lo que ella considera una parcialidad en la justicia que protegería a ciertos funcionarios gubernamentales.
La diputada también cuestionó la voluntad del gobierno de llevar adelante la comisión, citando el decreto 04-2022, que según ella protege a funcionarios públicos de investigaciones por actos cometidos desde 2006.
“Si hubiese sido voluntad, la Presidenta jamás hubiese mandado ese pacto de impunidad”, señaló Mejía, sugiriendo que el gobierno actual busca exonerar a sus aliados políticos de responsabilidad.
Mejía concluyó su crítica advirtiendo que, aunque el partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) podría intentar culpar a la oposición por cualquier fracaso en la implementación de la CICIH, el pueblo hondureño ya es consciente de las limitaciones que enfrenta la comisión.
En sus palabras, lo prometido por la campaña de Xiomara de Zelaya terminará siendo nada más que una medida populista sin efectos reales.