Tegucigalpa, Honduras. – La crisis política que sacude al Congreso Nacional ha escalado a un nuevo escenario: la defensa de los derechos humanos. Un grupo de diputadas de la oposición, encabezado por la legisladora liberal Maribel Espinoza, se apersonó este día a las oficinas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) para exponer la grave situación que, según ellas, impera en el Legislativo.
Acompañada por las parlamentarias Fátima Mena, Merary Díaz y Suyapa Figueroa, Espinoza sostuvo una reunión con la comisionada Blanca Izaguirre. Al salir, aclaró que el propósito del encuentro no fue interponer una denuncia formal, sino «informar de lo que está sucediendo en el Congreso Nacional», sentando así un precedente ante el órgano garante de los derechos humanos.
Durante su declaración, la diputada Espinoza reveló un aspecto preocupante del conflicto: la existencia de intimidación directa. «He recibido amenazas, desde el mismo Congreso Nacional, donde mis derechos han sido violentados», afirmó, poniendo de manifiesto que el debate político ha trascendido a un plano de hostigamiento personal.
A pesar de la presión, la congresista liberal reafirmó la postura de su bancada de no ceder ante lo que considera una estrategia de intimidación orquestada desde el poder. «Nosotros vamos a seguir adelante de manera pacífica. En el Partido Liberal pensamos que no le vamos a seguir el juego a Mel Zelaya», sentenció, asegurando que no lograrán intimidarla ni obstaculizarán el derecho del pueblo a expresarse.
Aunque la visita al Conadeh se manejó como un acto informativo, las diputadas dejaron la puerta abierta a futuras acciones legales. Espinoza confirmó que no descartan solicitar medidas cautelares si la situación de vulnerabilidad y las amenazas persisten, llevando la disputa política a un terreno donde la protección de su integridad se vuelve prioritaria.




