Tegucigalpa – Las tensiones al interior del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) han quedado expuestas tras las polémicas declaraciones del precandidato presidencial y diputado Rasel Tomé, quien acusó a miembros de su propio partido de replicar comportamientos característicos de la oposición.
En un momento crítico para la política hondureña, con la vista puesta en las elecciones primarias de 2025, Tomé ha levantado la voz contra lo que describe como «imposiciones del oficialismo» y «sectarismo» dentro de su organización política.
Sus declaraciones cobran especial relevancia tras la renuncia de Rodolfo Pastor de María a su candidatura para la alcaldía de San Pedro Sula por la corriente M-28.
«Muchos compañeros de mi partido que por primera ocasión están en un cargo del gobierno se han comportado similar a los cachurecos y eso les va a pasar factura», advirtió el congresista, utilizando el término coloquial con el que se conoce a los miembros del Partido Nacional.
El legislador también abordó las preocupaciones sobre el proceso electoral venidero, destacando que la implementación del sistema biométrico servirá para prevenir el fraude en las urnas.
Sin embargo, denunció que los requisitos para la inscripción de movimientos políticos parecen diseñados para obstaculizar la participación en las primarias, calificándolos como «costosos y complicados».
En su evaluación del desempeño legislativo, Tomé hizo un llamado a superar la «politiquería» en el próximo año, reconociendo que el Congreso Nacional no ha respondido adecuadamente a las necesidades de los trabajadores ni ha impulsado suficientemente el desarrollo económico del país.
Esta serie de señalamientos pone de manifiesto las fracturas internas que enfrenta el partido gobernante, en un momento crucial para la política hondureña y la preparación de los próximos comicios electorales.