Tegucigalpa – Este domingo, Honduras se vio sacudida por una serie de muertes violentas en varios municipios, marcando un preocupante aumento en la violencia en el país. Las autoridades informaron sobre varios homicidios que involucraron tanto armas de fuego como armas blancas, afectando a comunidades en distintas regiones.
En San Marcos de Ocotepeque, un joven de 21 años, Marvin Josué Pineda, fue trágicamente asesinado a machetazos mientras socializaba con amigos. Un sospechoso fue detenido por la policía poco después del incidente.
En Puerto Cortés, específicamente en Puente Alto, Kevin Alexis Santos, de 25 años, fue igualmente víctima de un ataque mortal con machete, con los perpetradores huyendo de la escena.
El Progreso fue escenario de un hallazgo sombrío cuando el cuerpo de un guardia de seguridad privado fue encontrado con múltiples disparos, y en Tocoa, Colón, Erlin Josué Reyes Hernández fue descubierto muerto a tiros junto a su motocicleta a orillas del río San Pedro.
La violencia también alcanzó a la aldea La Laguna en Concordia, Olancho, donde el joven Gerardo Rosales fue asesinado a pedradas por varios individuos.
Además, en Juticalpa, el cuerpo en descomposición de Sonia, una maestra jubilada de 80 años, fue encontrado en su vivienda cerca del mercado municipal, añadiendo misterio y tristeza a la serie de eventos.
La policía ha intensificado sus esfuerzos para responder a estos crímenes y está investigando cada incidente, mientras que la comunidad y las autoridades locales se encuentran en alerta ante el incremento de la violencia.
Con un promedio reportado de al menos nueve homicidios diarios, este país centroamericano enfrenta un desafío significativo para mejorar la seguridad y proteger a sus ciudadanos.