Donald Trump dijo asimismo que no debe pasar por “ningún proceso falso” antes de las elecciones presidenciales y aseguró que las acciones en su contra son propias del comunismo.
Por El Diario de NY
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió este lunes el cese inmediato de todos los procesos judiciales en su contra, que calificó de políticos, y advirtió que son una forma de interferencia electoral y una amenaza contra la democracia estadounidense.
“Todos los procesos políticos contra su presidente favorito, yo, deben terminar inmediatamente”, manifestó el republicano a través de su red social Truth, en la que resaltó que probablemente el país enfrentará la elección presidencial más importante de su historia.
En la publicación, Donald Trump también aprovechó de arremeter contra lo fiscales y jueces que llevan los casos de los presuntos delitos que habría cometido.
“Estos fiscales y jueces lunáticos de izquierda radical no pueden hacer esto. ¿Por qué no empezaron hace tres años? Porque querían interferir en las elecciones presidenciales del 2024, ¡por eso!”, afirmó.
Trump, quien se posiciona como el favorito entre los republicanos para ser el candidato presidencial de su partido y quien podría enfrentar por segunda vez en una contienda, mencionó que en el Manual de Justicia del Departamento de Justicia de Estados Unidos se señala que:
“Los fiscales y agentes federales nunca podrán seleccionar el momento de cualquier acción, incluidos los pasos de investigación, cargos penales o declaraciones, con el propósito de afectar cualquier elección, o con el propósito de dar una ventaja o desventaja a cualquier candidato o partido político”.
“Esto es una interferencia electoral y debe detenerse inmediatamente”, insistió.
Donald Trump dijo asimismo que no debe pasar por “ningún proceso falso” antes de las elecciones presidenciales y aseguró que las acciones en su contra son propias del comunismo. “Y una amenaza a la democracia y nuestro país no lo permitirá. ¡Hagamos América grande otra vez!”, añadió.
El asalto al Capitolio
Hace una semana, el expresidente de Estados Unidos presentó una apelación ante el Tribunal Supremo contra la decisión de una corte inferior que lo despojó de su inmunidad presidencial. Esta inmunidad le protegía de ser enjuiciado por su presunta participación en la tentativa de revertir los resultados de las elecciones de 2020 y de haber instigado el asalto al Capitolio.
La determinación del tribunal de apelaciones del Distrito de Columbia, emitida el 6 de febrero, estableció que al abandonar la Casa Blanca, Trump perdió su estatus de presidente y la inmunidad que conllevaba. Ahora, la máxima instancia judicial deberá deliberar sobre si el exmandatario puede enfrentar un juicio en Washington antes de las elecciones de noviembre, según informó la agencia de noticias Efe.
En la apelación presentada, los abogados del magnate solicitaron una detenida consideración sobre la cuestión de la inmunidad presidencial. Argumentaron que la inmunidad absoluta de los presidentes frente a procesos penales es un asunto novedoso y trascendental que merece ser analizado con detenimiento.
La estrategia legal del aspirante a la nominación del Partido Republicano busca posponer cualquier procedimiento judicial en su contra. Una eventual victoria electoral le conferiría la facultad de ordenar a su fiscal general que desestime los cargos federales en su contra.
Hasta el momento, la estrategia ha sido efectiva, manteniendo en suspenso el proceso judicial en su contra desde diciembre. A pesar de que el juicio estaba originalmente programado para el 4 de marzo, su fecha ha sido postergada sin determinarse un nuevo calendario.
El fiscal especial a cargo del caso, Jack Smith, está haciendo presión para que el juicio se lleve a cabo este año. Sin embargo, los magistrados del Tribunal Supremo, donde los conservadores poseen mayoría, ya rechazaron anteriormente una solicitud para intervenir en el debate sobre la inmunidad presidencial.
