Tegucigalpa – El economista hondureño Julio Raudales ha expresado su preocupación ante el notable deterioro de las reservas internacionales del país, a pesar de que el tipo de cambio ha mostrado un deslizamiento mínimo en lo que va del año. Raudales alerta que esta situación podría tener consecuencias significativas para la economía nacional si no se toman medidas correctivas oportunas.
Según Raudales, la devaluación de la moneda hondureña en 2023 ha sido significativamente menor en comparación con los promedios históricos. «El deslizamiento ha sido inferior al 1%, pasando de 24.88 lempiras a 24.94 lempiras por dólar a principios de septiembre, un ajuste de apenas seis centavos», detalló el economista.
Sin embargo, el experto enfatiza que el principal motivo de alarma es la continua reducción de las reservas internacionales, las cuales han disminuido en más de 1,700 millones de dólares. «Desde 2022, hemos visto una caída en las exportaciones, lo que ha obligado al Banco Central de Honduras a utilizar sus reservas para mantener estable el tipo de cambio», explicó Raudales.
El economista recordó que entre 1997 y 2017, la moneda nacional experimentaba una devaluación sistemática anual del 3 al 4%. «Nos acostumbramos a una política cambiaria restringida, donde los gobiernos mantenían artificialmente bajo el tipo de cambio», señaló.
Entre 2017 y 2022, factores como el incremento en los precios del café, un flujo elevado de remesas y los efectos de la pandemia ayudaron a sostener el valor del dólar sin mayores complicaciones. No obstante, la disminución en las exportaciones ha cambiado el panorama económico.
Raudales también comentó sobre la percepción pública respecto a la disponibilidad de dólares en el país. «La gente se escandaliza y reclama que no hay dólares; dólares hay, pero el Banco Central está controlando a quién se le asigna el dinero. Además, es necesario ampliar la banda que ayuda a definir el precio del dólar», indicó.
Como ejemplo de la distorsión económica actual, el economista mencionó que en los supermercados es posible encontrar naranjas importadas de California a precios más bajos que las producidas localmente. «Estas naranjas deberían ser más caras, pero gracias a la intervención del Banco Central que mantiene el tipo de cambio fijo, no lo son», afirmó Raudales.
Esta situación, según el experto, perjudica a los productores nacionales y provoca una pérdida de divisas para el país. «Si no aceptamos la realidad del mercado y ajustamos el tipo de cambio, los productores hondureños seguirán perdiendo dinero porque los consumidores optarán por productos importados más económicos», advirtió.
Finalmente, Raudales alertó sobre el riesgo de un ajuste abrupto en el tipo de cambio si no se toman acciones preventivas. Comparó la situación actual con la vivida durante la administración del expresidente Rafael Leonardo Callejas, donde se produjo una devaluación significativa de la moneda. «Es imperativo atender esta problemática para evitar consecuencias económicas adversas a largo plazo», concluyó.
La llamada de atención de Raudales pone en evidencia la necesidad de revisar las políticas cambiarias y económicas de Honduras, buscando un equilibrio que proteja las reservas internacionales y favorezca tanto a productores como a consumidores en el contexto actual.
