Dubái – La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, hizo un compromiso significativo este sábado durante su intervención en la COP28 al anunciar que su país contribuirá con 3.000 millones de dólares al Fondo Verde del Clima.
Este aporte tiene como objetivo apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos por invertir en resiliencia, energía limpia y soluciones basadas en la naturaleza.
Harris, quien habló en nombre del presidente Joe Biden, destacó la importancia de la acción climática y subrayó los esfuerzos de su gobierno al realizar “la mayor inversión climática de la historia de nuestro país”.
En su discurso ante la Cumbre Mundial de Acción Climática, que forma parte de la cumbre del clima de la ONU en Dubái, Harris resaltó la necesidad de una inversión significativa para abordar la crisis climática, cifrándola en alrededor de un billón de dólares en la próxima década.
Hizo hincapié en el compromiso de Estados Unidos al desembolsar fondos a través de su Inflation Reduction Act (IRA), aprobado en 2022, que ha permitido la construcción y expansión de instalaciones de energía renovable en todo el país, como plantas de fabricación de paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías.
Harris destacó el papel liderazgo de Estados Unidos en la ampliación de la financiación internacional climática, informando que las contribuciones del país superan los 9.500 millones de dólares este año, acercándose al objetivo de 11.000 millones de dólares establecido por el presidente Biden para 2024.
Subrayó la importancia de la acción colectiva y advirtió sobre las consecuencias de la inacción en términos de afectar a miles de millones de personas durante décadas.
La vicepresidenta también criticó a aquellos que buscan ralentizar o detener el progreso en la lucha contra el cambio climático, incluyendo a líderes que niegan la ciencia climática, retardan la acción climática y difunden información errónea.
Asimismo, señaló a las corporaciones que disfrazan la inacción climática y presionan por subvenciones a los combustibles fósiles.
A pesar de estos desafíos, Harris expresó optimismo y llamó a la ambición para enfrentar este momento crítico, instando a acelerar los esfuerzos existentes, aumentar las inversiones y liderar con valentía y convicción.
Su discurso reflejó el compromiso de Estados Unidos en abordar la crisis climática y la necesidad de colaboración global para lograr un impacto significativo en la sostenibilidad ambiental.
