Camilla Fabri, esposa del empresario colombiano Alex Saab, habla durante una manifestación para exigir su liberación, en la plaza Bolívar de Caracas. (Foto de Federico PARRA / AFP)
Camilla Fabri, la exmodelo de 28 años que la fiscalía de Roma intenta detener por lavado de dinero internacional, instruyó a sus padres, tías y cuñado sobre cómo ser testaferros de las empresas de su esposo, Alex Naim Saab Morán.
Por Fulvio Fiano | Corriere della Sera
Traducción libre del italiano por lapatilla.com
El chat “familiar” con el que Camilla Fabri se mantuvo en contacto con sus padres no abordó los temas banales del día a día comunes a todos los grupos de mensajería de este tipo: “¿Qué pasa con este cierre total que ha provocado América?”, le pregunta su madre, Sabrina Roberti, en referencia al bloqueo de cuentas en el extranjero de personas cercanas a Nicolás Maduro, incluido el esposo de Camilla y su yerno, Alex Naim Saab Morán.
“Todavía no lo sé”, responde la joven de 28 años, a quien la ordenanza habría llevado a arresto domiciliario de no estar fugada en el exterior mientras reciclaba parte de su enormes sumas de dinero ilícito. “Dinos el favor”, vuelve a pedir la madre.
Y Camila, en las frases entrecortadas típicas de los chats: “Mami / entonces / me podrían haber sancionado a mí también / y por tanto bloquearme las cuentas / tuve suerte porque esta vez no lo hicieron pero podría pasar algún día”.
La madre estaba preocupada por la otra hija Beatrice y su esposo Lorenzo, involucrados como testaferros, según las investigaciones del fiscal Francesco Cascini y la unidad monetaria de la policía financiera, en la vorágine de empresas para ocultar el dinero del emprendedor colombiano de origen libanés.
“A Lorenzo le puede pasar lo mismo -explica la ex vendedora y modelo-, entonces es preferible que Bea lo tenga todo. Lorenzo tiene que salir hoy, no puede quedarse en Roma, tiene que estar en el aeropuerto en una hora, ya le he tramitado el boleto”.
Temores evidentemente comprensibles ante la enorme riqueza que cayó sobre la familia, empezando por la casa de Piazza di Spagna valorada en 4,8 millones de euros: “Mami, la casa no se puede registrar a tu nombre, hay que registrarla a nombre de Miriam (hija de Camilla y Alex Saab, ed) a través de una empresa, porque me lo quitarían, me lo quitan todo si pasa algo”.
De hecho, la casa fue incautada en octubre de 2019 y la búsqueda reveló certificados de 120 kilos de oro depositados en Suiza a nombre del joven de 28 años, así como valiosas pinturas. Sabrina Roberti y su esposo Federico, los padres de Camila, son en cambio dueños de un apartamento en Cartagena, en la costa caribeña de Colombia.
Además del cuñado de Camilla, Lorenzo Antonelli, sus dos tías, Patrizia y Arianna, la esposa del hermano de su madre y su hermana, terminaron bajo arresto domiciliario. Camilla les organiza continuamente viajes de negocios para “darse de alta, abrir cuentas” vinculadas a las distintas sociedades en las que se prestan a figurar como directoras por elevados honorarios. La paga es de cinco mil al mes para las tías y diez mil para Lorenzo, más importantes premios aquí y allá. “Les parece extraño”, dice la madre. “Así es como lo necesita Alex, eso es todo”, explica Camilla.
En un caso, incluso por un error contable, los tres reciben más dinero del acordado, 50 mil euros: “Arianna quería saber si era normal -pregunta su madre, que hace de intermediaria de Camila- o si es un error”. Sí, el bono extra es un error que aumentará en los próximos meses: “Pero qué gran error”, lamenta Sabrina.
Camilla también les brinda lo que necesitan para tener un look creíble como gerente internacional: “Yo me ocupo de los bolsos y los zapatos (Louis Vuitton, Dior, ed), el lunes en París le hago encontrar una maleta con dinero y todo adentro”, le explica a su madre que hace de intermediaria.
Las únicas recomendaciones son “decir que no se conocen” y no dejarse llevar, como le pasa por ejemplo a Lorenzo: “Está todo emocionado”, se alegra la suegra.
Pero a Camila no le gusta su actitud: “No debe estar emocionado, debe estar tranquilo y muy serio. Va por los bancos y la gente no quiere sonrisas, ni muecas. Fui clara con él, no es un juego, ni una broma”.
E incluso las tías “deben ser más astutas, deben tener una imagen clara”. Las dos mujeres viajan continuamente: Dubai, Turquía, Venezuela. Para ellas dos, sin embargo, la organización tiene un ojo, como le explica Sabrina a su cuñada Patrizia: “Alex le rogó a Javier (un hombre de Alex Saab, ed), que tenga en cuenta que tú y Arianna son madres y para enviarte a casa no tan pronto como hayas terminado el trabajo”.
Pero incluso esta vez el esfuerzo parece bien recompensado: “Tengo que decir que, oh, gasto mucho dinero todos los días -dice Arianna-, tal vez estoy enfrentando gastos extra… pero te lo juro, gracias a Dios existe esta cosa porque, si no, yo con el sueldo que tenía antes, no sé, me hubiera ido debajo del puente”.