Tegucigalpa. – El exdirector de Operaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil, advirtió que las acciones de Estados Unidos no se detendrán solo con la extradición del expresidente, Juan Orlando Hernández.
En ese sentido, anticipó que hay muchos otros involucrados y testigos claves en el caso.
“No va a parar con Juan Orlando Hernández, sabemos perfectamente que hay miembros de las fuerzas de seguridad como militares, policías y políticos metidos en el narcotráfico como otros miembros de la justicia hondureña”, declaró.
Vigil fue especifico al señalar que “durante la época de Juan Orlando se convirtió a Honduras en un narco Estado porque el narcotráfico era patrocinado por el Estado, por el gobierno de Juan Orlando”.
“Bajo la administración (de Juan Orlando Hernández) se desarticuló algunas organizaciones que no estaban trabajando con él, pero no las que estaban colaborando con él como el caso del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez que tenía un laboratorio para procesar cocaína en el departamento de Cortés”, ahondó.
El exdirector de Operaciones de la DEA resaltó que Fuentes Ramírez pagó sobornos al exmandatario hondureño, no obstante, él (JOH) no solo quería sobornos, también cocaína para importarla a EEUU.
“Hay testigos que dicen que Juan Orlando manifestó que iba a meter la droga en las narices de los gringos”, refirió.
Finalmente, Vigil recordó que el hermano del expresidente Hernández, Antonio “Tony” Hernández, fue condenado a cadena perpetua más 30 años de cárcel por importar cocaína al país norteamericano.
La embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, en el documento enviado a la Cancillería, detalló que el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, traficó 500 mil kilogramos de cocaína entre los años del 2004 al 2022.
El documento detalla que, Hernández “participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares”.
La droga se movilizó “por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos”.
Asimismo, menciona que “en total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos”.
