Dron turco Bayraktar TB2 utilizado por Ucrania (REUTERS/Aziz Karimov)
Los drones son las armas predilectas del ejército ucraniano para enfrentarse al poderío militar ruso. El uso de estos aparatos, muchos de estos comprados a Turquía y otros tantos donados por EEUU y Europa, le ha permitido al país europeo asestar grandes golpes militares a Moscú.
Los drones permiten que las tropas ucranianas puedan realizar operaciones sin poner en riesgo sus vidas. Pero no solo sirven para atacar a los enemigos rusos, sino también para mostrar la devastación de las ciudades ucranianas y denunciar las atrocidades cometidas por Moscú.
“Estas máquinas, junto con las redes sociales e Internet, brindan un panóptico virtual del conflicto”, dijo Zachary Kallenborn, experto en este tipo de armamentos, a The New York Times.
“Ahora hay conciencia en todo el país y en todo el mundo. Puede influir en las operaciones militares, pero también en la opinión pública”, agregó Kallenborn.
Para cualquier ejército, tener una flota de drones resuelve uno de los principales problemas que puede enfrentar cualquier nación a la hora de un conflicto bélico: lo costoso y complejo que es realizar operaciones militares aéreas. Los drones, en parte, ayudan en este sentido: sirven para lanzar bombas o como kamikazes, también para espiar al enemigo.
Durante la invasión rusa, Ucrania ha destruido tanques, barcos y tropas del enemigo, ha atacado convoyes, y ha capturado momentos en los que las soldados de Moscú han asesinado a civiles.
A comienzos de mayo, el Ministerio de Defensa de Ucrania publicó un video en el que se observa cómo un drone destruye a un barco ruso. “El ucraniano Bayraktar TB2 destruyó otro barco ruso. Esta vez la lancha de desembarco del proyecto ‘Serna’”, indicó en su cuenta oficial en Twitter.
“El desfile tradicional de la flota rusa del Mar Negro el 9 de mayo de este año se llevará a cabo cerca de la Isla de las Serpientes, en el fondo del mar”, añadió.
El Bayraktar TB2 es un vehículo aéreo de combate no tripulado de altitud media y larga, capaz de realizar operaciones de vuelo autónomas o controladas de forma remota. Fue fabricado por la compañía Baykar de Turquía. Tiene una longitud de 6,5 metros y una envergadura de 12 metros. En 2019 tenía un costo de 5 millones de dólares por unidad.
“Lo que estamos viendo ahora es una proliferación de imágenes y videos publicados por Ucrania y sus aliados, que pretenden representar el poder y la precisión”, dijo John Kaag, un profesor de filosofía y experto en drones de guerra, a The New York Times.
“Lo que una videovigilancia puede revelar es si un objetivo fue alcanzado o no”, dijo Kaag. “Lo que nunca puede revelar es la legitimidad de ese objetivo en particular”, adivirtió.
Los drones también sirven para mostrar cómo luchan los ejércitos. Un video captado desde un drone y difundido en las redes sociales rusas muestra la impactante batalla entre dos unidades en Ucrania, en sus respectivas trincheras pero a tan solo metros de distancia entre sí.
Las imágenes desde la altura reflejan el combate prácticamente cuerpo a cuerpo. Ya no quedan escondites, la distancia es, literalmente, a tiro de piedra. O más precisamente de granada, ya que varias son arrojadas de un bando a otro. Incluso, un soldado ucraniano llega a alcanzar un explosivo lanzado por el enemigo y lo arroja fuera de la trinchera antes que los mate.
Desde el inicio de la invasión rusa circulan decenas de videos que muestran todo tipo de ataques por parte de las tropas ucranianas. Este es el primer conflicto bélico en el que estos aparatos juegan un papel fundamental, sobre todo para ayudar en el campo de batalla a un ejército menos poderoso que los utiliza de forma creativa para asestar golpes.
Este ventaja militar relativa por parte de Ucrania también se debe gracias a las ayuda de Occidente. En marzo, Joe Biden anunció el envío de armas antiaéreas de “mayor alcance” y drones norteamericanos a Ucrania.
El armamento que envió Estados Unidos a las fuerzas ucranianas incluye 800 misiles antiaéreos Stinger, 9.000 sistemas antiblindaje -entre ellos 2.000 misiles Javelin más-, 6.000 lanzacohetes antitanque de tipo AT-4, 1.000 armas más ligeras que sirven para destruir vehículos acorazados, 20 millones de municiones, y 100 drones.
Estos drones son armados, se lanzan desde el suelo y se zambullen a sus objetivos, según informó Bloomberg.
Según estas fuentes se trata de el drone de bombardeo en picado Switchblade, fabricado por AeroVironment, que ha estado en el arsenal de los comandos estadounidenses desde que fue enviado en secreto a Afganistán en 2010 para su uso contra los talibanes.
Los oficiales del ejército lo han descrito como una escopeta voladora. Mide menos de 61 centímetros de largo y pesa alrededor de 2,7 kilogramos. Un alto funcionario de defensa de EEUU describió a Bloomberg el drone como un arma poderosa. Puede caber en una mochila y cuesta tan solo USD 6000.
El sitio web de la compañía dice que el Switchblade navega a más de 100 km por hora y brinda “a los operadores enlaces descendentes de video en tiempo real para una vista centralizada del área de operación” y también tiene una “capacidad de desactivación” para ajustar los objetivos en vuelo.