Tegucigalpa – El Arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, encabezó una emotiva celebración eucarística en el atrio de la majestuosa Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel en Tegucigalpa, marcando con solemnidad el inicio de la Semana Santa con la conmemoración del Domingo de Ramos.
La multitudinaria presencia de fieles, adornados con ramos en las manos, recreó el ambiente de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, entonando con fervor el aclamado «Hosanna, hosanna, hosanna», en una reverente evocación de aquel histórico acontecimiento.
En su Homilía, el Arzobispo lanzó un desafío tanto social como personal, alentando a los presentes a profundizar en el conocimiento de Jesús como medio para alcanzar un mayor autoconocimiento.
Enfatizó que los ramos no deben ser vistos como símbolos de glorificación personal, sino como expresiones de adoración y humildad ante Dios.
Refiriéndose al camino cuaresmal recorrido, Nácher resaltó la importancia de aprovechar la oportunidad que brinda la Semana Santa para celebrar con devoción y reflexión los ritos litúrgicos, meditando sobre los valores de fidelidad, verdad y perdón enseñados por Jesús, en contraposición a la manipulación y violencia que imperan en el mundo contemporáneo.
En su discurso, hizo alusión a la última lección de Jesús, quien, frente a la falsedad y la violencia, guardó un silencioso y humilde sometimiento a la voluntad del Padre. «Contemplando la muerte de Jesús, comprendemos cómo debemos vivir», afirmó con convicción.
La Iglesia Católica hizo un llamado a la comunidad a evitar caer en los extremos del triunfalismo o el pesimismo durante este Domingo de Ramos, invitando a una reflexión profunda sobre la verdadera esencia de la fe y la vida cristiana.
La lectura del día, tomada del Evangelio según San Marcos (15,1-39), sirvió como un sólido fundamento bíblico para la meditación y la enseñanza espiritual durante esta jornada litúrgica.