La elevada inflación, las condiciones financieras restrictivas, el comercio débil y los eventos climáticos adversos frenaron el crecimiento de la inversión y la producción en 2023.
Por El País
El crecimiento económico en América Latina y el Caribe se desaceleró al tocar un 2,2% en 2023, aproximadamente la mitad de la tasa de crecimiento de 3,9% registrado en 2022, informó el martes el Banco Mundial. La multilateral, que acaba de publicar su reporte insignia sobre perspectivas económicas mundiales, estima que Latinoamérica crezca un 2,3% este año, una mejora de 0,3% en comparación con su estimado anunciado en octubre. Su pronóstico para 2025, sin embargo, se redujo en un 0,1%, al pasar de 2,5% a 2,4%. La inflación elevada, las condiciones financieras restrictivas, el comercio débil y los eventos climáticos adversos frenaron el crecimiento de la inversión y la producción en 2023, señaló el organismo.
“El crecimiento regional en 2023 fue un 0,7% superior a las proyecciones anteriores, en gran medida debido a revisiones al alza en las previsiones de crecimiento para las dos economías más grandes: Brasil y México”, dice el reporte de 230 páginas. “Los efectos retardados del ajuste monetario pasado seguirán pesando sobre el crecimiento a corto plazo, pero con una potencia cada vez menor”, indican los autores del informe, refiriéndose al alza en las tasas de interés que los distintos bancos centrales de la región han puesto en marcha para contener la inflación.
“La revisión al alza del pronóstico de crecimiento de Latinoamérica y el Caribe en 2024 refleja una demanda externa más fuerte debido a mejores expectativas de crecimiento en Estados Unidos, así como a un gasto gubernamental mayor al esperado. Se prevé que la rebaja del crecimiento de China tendrá efectos limitados en los precios de las materias primas y, por lo tanto, no se prevé que afecte sustancialmente a la región”, dice el reporte. “En términos más generales, se espera que los cambios en los precios de las materias primas durante el período previsto sean modestos y no constituyan un motor importante del crecimiento regional”, agregaron los especialistas.
El Banco prevé que la inflación en la región seguirá desacelerándose y convergiendo hacia los objetivos nacionales para finales de 2024, por lo que se espera que los bancos centrales reduzcan sus tasas. Esto pudiera abrir paso a un repunte de la inversión en 2024 y 2025. Sin embargo, el Banco advierte que la política fiscal, es decir, el gasto de los Gobiernos, pudiera impactar negativamente al crecimiento.
En 2023, Brasil obtuvo mejores resultados de lo esperado en la producción agrícola, el consumo privado y las exportaciones en los primeros tres trimestres del año”. México, por su parte, sorprendió con un consumo privado y una inversión más fuertes de lo previsto. “En cambio, el crecimiento fue más débil de lo esperado en otras grandes economías de ALC, incluidas Argentina, Colombia y Perú, y encuestas empresariales recientes apuntan a un debilitamiento de la confianza y de la actividad manufacturera”, escribieron los economistas del Banco.