Buenos Aires. – Científicos argentinos descubrieron que el bambú natural que crece en el país, sirve para descontaminar aguas que contienen arsénico.
Investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) junto con el Instituto de Botánica Darwinion perteneciente a Conicet fueron los que llevaron adelante el estudio.
Se están evaluando los múltiples usos del bambú, entre los que se destaca la obtención de bio-carbón para la descontaminación de aguas y suelos. Sus hojas, además, servirían como forraje y sus brotes tendrían fines culinarios.
La especie más estudiada de bambú nativo que crece en el noroeste de Argentina es la Guadua chacoensis. Es propia de las selvas del sudeste del Brasil, Paraguay oriental y central y el extremo noroeste del Uruguay.
Entre los estudios realizados, las mejores propiedades halladas en la especie es el bio-carbón que este tipo de bambú ofrece para la absorción de contaminantes en el agua, incluso de elementos tan complejos como el arsénico.
Propiedades de la Guadua chacoensis
El bambú es una planta tropical que cuenta con un tallo en forma de caña, muy resistente y leñoso. Se caracteriza por ser una planta de muy rápido crecimiento, algunas especies crecen más de un metro diario.
Las cañas llegan a medir de 6 a 20 metros de altura con un diámetro máximo de de 20 centímetros.
Es abundante en todos los continentes, con excepción de Europa y Antártida.
El estudio
En las aguas contaminadas con azul de metileno (un producto contaminante que se utiliza para teñir telas) y de arsénico, se consiguieron resultados del 100 por ciento de absorción.
“Los bambúes de Guadua chacoensis se distribuyen en la región noreste del país, donde se los usa exclusivamente en la construcción y para producir artesanías. Por eso pensamos en aprovecharlo de forma integral.
En principio, estamos trabajando activamente en usar las cañas para producir bio-carbones capaces de remediar aguas contaminadas con arsénico”, comentó Andrea Vega, docente e investigadora de la cátedra de Botánica General de la Fauba.
“A partir de cañas de la especie nativa Guadua chacoensis sin valor comercial, provenientes de establecimientos productivos, elaboramos el bio-carbón y lo pusimos a prueba.
Hasta el momento, pudimos ver que el material posee una elevada capacidad de adsorción de arsénico. Conseguimos casi un 100 por ciento de remoción en aguas con 10 miligramos por litro (mg/L) de arsénico, una concentración mil veces mayor que el recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, resaltó Jacinta Alchouron, quien estudia el tema en su tesis de doctorado en la Escuela para Graduados “Ing. Agr. Alberto Soriano” de la Fauba.
En este sentido, agregó: “Las concentraciones de arsénico que estudiamos son mayores que las que se encuentran en el agua de forma natural, pero nuestros resultados nos hacen pensar que los biocarbones de bambú funcionarían bien para esos valores.
Podría resultar una opción económica y efectiva para tratar este problema que afecta a casi cuatro millones de personas en nuestro país. A su vez, permitiría que el cultivo adquiera una visibilidad mayor, y sus productores podrían beneficiarse más al realizarlo”.