Tegucigalpa – En su homilía dominical, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga abordó temas cruciales que afectan a la sociedad hondureña y al mundo en general.
Desde el púlpito, el líder de la Iglesia Católica en Honduras resaltó la necesidad de un gran diálogo nacional, al tiempo que lamentó la presencia persistente de lo que denominó “espíritus inmundos” que corrompen la dignidad humana y perpetúan la esclavitud moderna.
Con profunda preocupación, el Cardenal señaló que la esencia del poseído por un espíritu inmundo refleja la alienación y la división que caracterizan nuestra era.
En un tono crítico, destacó los males que aquejan a la sociedad hondureña, desde el aumento de la violencia hasta el flagelo del feminicidio, subrayando la necesidad imperante de preservar la dignidad y la libertad de cada individuo.
Al reflexionar sobre el estado actual de Honduras y del mundo, el Cardenal cuestionó las ideologías y los intereses que imperan, llamando la atención sobre la urgencia de escuchar y responder a las necesidades reales de la sociedad.
Asimismo, recordó la importancia del diálogo genuino, basado en el respeto mutuo y la búsqueda del bien común, como vía para superar las divisiones y construir un futuro más justo y equitativo para todos los hondureños.
En el contexto del hallazgo de la Virgen de Suyapa, el Cardenal instó a la población a trascender los intereses personales y grupales para pensar en el bienestar de toda Honduras.
Apelando a la intercesión de la patrona del país, llamó a una transformación de corazones hacia la solidaridad y la justicia, donde el bienestar colectivo prevalezca sobre los intereses particulares.
Así, las palabras del Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga resonaron como un llamado a la reflexión y la acción, invitando a la sociedad hondureña a unirse en un diálogo constructivo y a trabajar por un futuro más próspero y humano para todos.
