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El devastador monzón en India muestra los efectos del cambio climático y la mala planificación

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Sanjay Chauhan vio este año cómo las lluvias del monzón se abatían sobre su casa y su granja en el Himalaya indio con una magnitud y una intensidad que nunca había experimentado antes.

Por AP

“Se han derrumbado edificios, se han roto carreteras, hubo muchísimos aludes de tierra, incluido uno que ha destruido gran parte de mis frutales”, dijo el agricultor de 56 años, que vive en la localidad de Shimla, en Himachal Pradesh. “No había visto algo como esto”.

La devastación de la temporada del monzón de este año en India, que dura de junio a septiembre, ha sido significativa: 428 personas han muerto y los daños a la propiedad ascendieron a 1.420 millones de dólares desde junio en Himachal Pradesh, según las estimaciones del gobierno local.

El cambio climático provocado por la humanidad está haciendo que las lluvias sean más extremas en la región, y los científicos advierten que los estados del Himalaya deben esperar más temporadas intensas e impredecibles como esta. Pero los daños también se ven agravados porque los promotores de bienes raíces ignoran las regulaciones medioambientales y normas urbanísticas cuando construyen en zonas propensas a inundaciones y terremotos, según expertos locales y ambientalistas.

Los daños a la propiedad en Himachal Pradesh este año sumaron más que en los cinco años anteriores juntos. Otras regiones también sufrieron fuertes pérdidas en cuanto a vidas, propiedades y cultivos, incluidos el estado vecino de Uttarakhand, Delhi y la mayoría de los estados en el norte y el oeste de India.

En la segunda semana de julio, el estado recibió 224,1 milímetros (8,82 pulgadas) de lluvia, en lugar de los 42,2 milímetros (1,66 pulgadas) habituales para esa época del año —un incremento del 431%— según el Departamento Meteorológico de India (IMD, por sus siglas en inglés). Después, en cinco días de agosto cayeron 111,9 milímetros (4,41 pulgadas) sobre Himachal Pradesh, un 168% más que los 41,7 mm (1,64 pulgadas) que suelen recibir en ese tiempo.

Las precipitaciones provocaron cientos de aludes de tierra, ríos desbordados arrastraron vehículos y varios edificios se vinieron abajo, muchos de ellos hoteles de construcción reciente. Varias autopistas importantes quedaron sumergidas o destruidas y todas las escuelas de la región cerraron. Unos 300 turistas se quedaron varados a gran altitud cerca del lago de Chandratal y tuvieron que ser evacuados por aire por la Fuerza Aérea de India.

Jakob Steiner, científico climático del Centro Internacional de Desarrollo Integrado de Montaña, dijo que el aumento de las temperaturas asociado al cambio climático causado por la humanidad hace que se evapore más agua por el calor, que luego cae en episodios de lluvia intensa.

Y cuando toda el agua cae sobre un mismo lugar, otras regiones se quedan sin lluvia.

En el sur del país llovió tan poco que se registró la temporada de monzón más seca desde 1901, según el IMD. El gobierno de Karnataka, en el sur de India, declaró condiciones de sequía en la mayor parte del estado.

El cambio climático impulsa los fenómenos meteorológicos extremos, dijo Anjal Prakash, director de investigación en la Escuela India de Negocios, y se espera que tanto las sequías como los aguaceros se intensifiquen conforme se calienta el planeta.

En el Himalaya, el problema de la lluvia más fuerte por el cambio climático se suma a años de desarrollo urbanístico incontrolado y años de devastación, con poco tiempo para adaptarse o reparar los daños entre una temporada y otra.

“Se han construido carreteras, represas y poblaciones sin estudios medioambientales adecuados o sin seguir las normas urbanísticas”, dijo Prakash. El desarrollo incontrolado también ha incrementado la erosión del suelo y afectado a los sistemas naturales de escorrentía, señaló.

Y.P. Sundarial, geólogo de la Universidad HNB Garhawal, en Uttarakhand, se mostró de acuerdo.

“La gente aquí está construyendo edificios de seis plantas en laderas con pendientes de hasta 45 grados” en una región propensa tanto a las inundaciones como a los sismos, señaló Sundarial. “Debemos asegurarnos de que las normas urbanísticas tienen la sensibilidad del Himalaya en cuenta para evitar esos daños en el futuro”.

Cuando de forma inevitable, esas estructuras se vienen abajo un año tras otro durante las lluvias del monzón, crean un “impacto acumulativo”, señaló el ecologista local Mansi Ahser, porque los vecinos viven ahora con años de destrozos sin reparar.

Se estima que 6.000 personas murieron hace 10 años en unas inundaciones repentinas provocadas por una tormenta en Uttarakhand que destruyeron cientos de poblados. Entre 2017 y 2022 murieron unas 1.500 personas en Himachal Pradesh por fenómenos asociados a lluvias extremas, y este año al menos 240 familias fueron reubicadas fuera de la población religiosa de Joshimath después de que el suelo cediera por la construcción acumulada en la zona pese a las advertencias de los científicos.

Los gobiernos a nivel estatal y nacional han estudiado cómo abordar los daños.

El gobierno de Himachal Pradesh anunció este año un programa de reducción y preparación para desastres de 106 millones de dólares con apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo para reforzar su respuesta a las lluvias extremas.

El estado también publicó un exhaustivo plan de acción climática en 2022, pero muchas de las recomendaciones, como crear un fondo para investigar desafíos climáticos o ayudar a los campesinos de la región a las condiciones climáticas cambiantes, no se han implementado por ahora.

El gobierno federal indio, por su parte, ha fijado un ambicioso objetivo de producir 500 gigavatios de energía limpia para 2030 y ha instalado 172 gigavatios para marzo de este año. India es ahora uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero. El país también creó un fondo de adaptación nacional al cambio climático que la entregado unos 72 millones de dólares para diversos proyectos desde 2015.

Pero estas iniciativas llegan demasiado tarde y son demasiado escasas para Chauhan, el productor de manzanas, y otros que tratan de recuperarse tras una temporada del monzón especialmente catastrófica.

Chauhan, exalcalde de Shimla, quiere un plan más firme que aborde el cambio climático dada la creciente población y las necesidades de desarrollo en la región.

“La gente en el poder tiene que hacer más”, dijo.

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