Tegucigalpa – El economista Dustin Santos ha puesto en duda la efectividad de la reciente renegociación de contratos energéticos aprobada por el Congreso Nacional, señalando inconsistencias significativas que podrían impedir la reducción tarifaria prometida a la población hondureña.
Santos destacó que, aunque el Congreso Nacional celebra la aprobación de 18 adendas como un logro significativo, 17 de estos contratos ya estaban preparados para su discusión y aprobación desde 2023, cuestionando así la novedad real de estas medidas.
El caso más problemático, según el experto, es el de la empresa Brassavola, cuyo contrato se remonta al gobierno del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009). «Supuestamente iba producir con gas natural, a partir de noviembre del año pasado 2024, lo cual en efecto iba a ser reducción en la tarifa, sin embargo, en Honduras no hay gas natural», explicó Santos.
La situación se agrava porque Brassavola actualmente opera con diésel, que representa la alternativa más costosa para la generación de energía. «No creo que haya el impacto esperado en la población porque de hecho Brassavola está produciendo con diésel y se sabe que esa es la alternativa más cara que existe», enfatizó el economista.
Este análisis pone en evidencia la brecha entre las promesas políticas y la realidad técnica del sector energético hondureño, sugiriendo que las expectativas de reducción en las tarifas eléctricas podrían no materializarse como se ha anunciado a la población.