Tegucigalpa – Los incendios forestales han dejado una devastación silenciosa en la vida salvaje de nuestro país. Desde conejos hasta coyotes, miles de animales se han convertido en víctimas invisibles de las llamas que arrasan con sus hábitats naturales.
A lo largo de los últimos meses, hemos sido testigos de imágenes desgarradoras de animales que luchan por escapar del fuego, pero muchos no logran hacerlo a tiempo. Especies como ardillas, ratas, conejos e incluso tortugas, más lentas para moverse, se encuentran entre los afectados más comunes.
Nazario Valladares, especialista en combate de incendios del ICF, ha sido testigo directo de esta tragedia. Relata encuentros con animales atrapados en medio de las llamas, desde zorros hasta armadillos, cuyos hogares han sido consumidos por el fuego.
Recientemente, en Olanchito, brigadistas rescataron a dos crías de tortuga durante el combate de un incendio en Ciudad Vieja. En Cerro de Capire, un bebé coyote fue salvado de las llamas por los apagafuegos el mes pasado.
Los incendios no solo representan una amenaza para la vida silvestre, sino que también devastan nuestros bosques. Según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), este año se han perdido cerca de 1,700 hectáreas solo por incendios forestales y quemas de zacateras, afectando un total de 153,000 hectáreas de bosque en todo el país.
Departamentos como Olancho y Francisco Morazán han sido particularmente golpeados, con miles de hectáreas perdidas. La mano del hombre, las altas temperaturas y la quema para la agricultura son algunas de las principales causas de estos desastres naturales.
Ante esta situación, las autoridades del ICF hacen un llamado urgente a la población para evitar quemas controladas y adoptar prácticas más responsables en el manejo del fuego. Con cada incendio, no solo perdemos bosques, sino también la vida de innumerables especies animales que dependen de ellos para sobrevivir.