Tegucigalpa – El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, expresó su preocupación por la falta de disponibilidad de energía en el país, especialmente en la zona norte, que es considerada el motor económico de Honduras.
En sus declaraciones, Facussé señaló que el robo de energía se ha convertido en una práctica generalizada, y las autoridades no están tomando medidas suficientes para combatir este problema debido al temor al costo político que implica.
El dirigente empresarial hizo un llamado a que se ponga orden y se corrijan las pérdidas ocasionadas por el robo de energía.
Si bien reconoció los esfuerzos técnicos que se están realizando para abordar el tema, enfatizó que es necesario enfrentar el hurto de energía con determinación y voluntad política.
Según Facussé, mientras no se persiga a aquellos que están cometiendo este delito y se ponga fin al robo de energía, el país continuará enfrentando escasez de energía.
El robo de energía, también conocido como hurto de electricidad o fraude de energía, es un problema extendido que afecta a muchos países, incluyendo Honduras.
Consiste en el consumo ilegal de energía eléctrica sin pagar por ella o la manipulación de los medidores para registrar un consumo menor al real. Este delito no solo impacta directamente a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), sino que también perjudica a todos los usuarios legales de la red eléctrica.
En Honduras, el robo de energía representa una preocupación importante debido a sus graves repercusiones económicas y sociales. Los expertos calculan que este problema ocasiona pérdidas significativas para la empresa estatal de energía, lo que afecta su capacidad para invertir en mejoras en la infraestructura eléctrica y brindar un servicio de calidad a los usuarios legítimos.
Es fundamental que el gobierno asuma la responsabilidad de perseguir y sancionar a aquellos que cometen robo de energía, garantizando un marco legal adecuado y recursos suficientes para llevar a cabo las investigaciones y procesos judiciales correspondientes.
Además, se deben implementar medidas de prevención, como campañas de concientización y la instalación de sistemas de detección de fraude, para disuadir a quienes estén considerando cometer este delito.
El combate efectivo al robo de energía requerirá la colaboración de diferentes actores, incluyendo a las autoridades gubernamentales, las empresas de energía, la sociedad civil y la ciudadanía en general.
Solo a través de un enfoque integral y un compromiso decidido se podrá enfrentar este problema y asegurar un suministro de energía confiable y equitativo para todos los hondureños.
