Ucrania está «a años luz» de entrar en la UE, declaró el sábado el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en el congreso de su partido nacionalista de derechas Fidesz.
Por Euronews
Según Orbán, la promesa de iniciar las negociaciones de adhesión con Kiev fue un error. Anteriormente (9 de noviembre), el jefe de la oficina de Orbán, Gergely Gulyás, sugirió dar a Ucrania una «asociación privilegiada» en lugar de la plena adhesión.
Al primer ministro húngaro se le acusa muy a menudo de tener una posición anti-ucraniana y pro-rusa. A pesar de que las votaciones de adhesión requerirían el «sí» unánime de los Estados miembros, Orbán ejerce teóricamente el derecho de veto.
Las tensiones entre Hungría y Ucrania se remontan a mucho antes de la guerra; entre otras cosas, Budapest acusa a Kiev de «ucranización» de la minoría étnica húngara en Ucrania, por ejemplo prohibiendo la enseñanza escolar en húngaro.
La Comisión Europea, por su parte, confía en que Ucrania cumpla la mayoría de los requisitos de la UE, incluido el de garantizar los derechos de las minorías étnicas. El 8 de noviembre, la Comisión recomendó oficialmente iniciar las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, ya que, según Ursula von der Leyen, Kiev ha cumplido el 90 % de los requisitos.
A pesar de ello, no todos los ucranianos creen que este progreso no tenga obstáculos: El sábado se celebró una manifestación masiva en Kiev.
Los manifestantes afirmaron que la corrupción sigue profundamente arraigada en las instituciones del Estado, hasta el punto de que las Fuerzas Armadas carecen de financiación suficiente incluso durante la guerra.
Los manifestantes, al grito de «¡Dinero para las AFU [Fuerzas Armadas de Ucrania]!», exigieron el reajuste de los presupuestos estatales y locales para proporcionar más dinero al ejército.