El claro avance de las fuerzas ucranias en el este del país sobre posiciones que llevaban meses en manos rusas ha abierto las primeras fisuras en el discurso político en Rusia, hasta ahora poco dado a airear discrepancias sobre la línea oficial marcada por el Kremlin.
Los líderes de la propaganda rusa instan abiertamente a ejecutar a los comandantes que debían defender el enorme territorio perdido, mientras que otras voces afines al poder reclaman ahora castigar a quienes convencieron al presidente, Vladímir Putin, de que sus tropas serían recibidas con abrazos en Ucrania.
Los golpes de Járkov y Jersón coinciden además con un nuevo desafío de la oposición, residual pero elocuente. Más de 40 concejales de las dos mayores ciudades de Rusia se han dirigido al Parlamento para proponer el cese de Putin, bajo la acusación de alta traición, una iniciativa que va ganando adeptos conforme avanzan las horas.
El presidente checheno, Razmán Kadírov, ha hablado abiertamente de errores en la estrategia del Kremlin.
Por: El País