El contundente triunfo del economista Santiago Peña en las elecciones presidenciales de este domingo en Paraguay supone un freno en el avance de la izquierda en América Latina y consolida el dominio en el poder del conservador Partido Colorado, que en esta jornada aseguró la mayoría en el Senado y las gobernaciones de 15 de los 17 departamentos del país.
Por Infobae
A sus 44 años, Peña se impuso ampliamente al liberal Efraín Alegre, candidato de una coalición de diversos partidos de oposición y quien fracasó en su tercer intento de ganar la Presidencia.
Con un 94,74 % de las mesa procesadas y una participación del 63,11 %, Peña y su compañero de fórmula a la Vicepresidencia de la República, Pedro Alliana, sumaron 1.255.104 votos (42,93 %), según los datos del sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP) .
Por su parte, Alegre alcanzó 785.338 votos en la elección (27,52%), que se celebró a una sola vuelta.
Una de las sorpresas de la jornada la dio el candidato independiente y antisistema Paraguay Cubas, quien con el respaldo del Partido Cruzada Nacional, consiguió reunir un 22,73 % de apoyo (648.761 votos).
Peña tomará el testigo del actual presidente del Paraguay, Mario Abdo Benítez, también del Partido Colorado, y quien fue antecedido en el cargo por Horacio Cartes (2013-2018), actual líder del Partido Colorado -o Asociación Nacional Republicana (ANR)-, y considerado mentor político del futuro gobernante.
El triunfo de los colorados en Paraguay rompe una tendencia de izquierda que volvió a la región con el triunfo electoral en Chile de Gabriel Boric; en Colombia de Gustavo Petro y más recientemente de Luiz Inácio Lula da Silva.
Además, ésta es la primera vez desde 2019 que un partido en el poder no es castigado por el electorado, explicó a EFE el director regional del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), Daniel Zovatto.
Llamado a la unidad
En un discurso ante centenares de seguidores del oficialismo, Peña celebró su triunfo, llamó a la unidad y anticipó su intención por atender las desigualdades y asimetrías sociales, sin llegar a mencionar acciones concretas de su futuro Gobierno.
“Convoco a la unidad y al consenso para alcanzar nuestro destino de bienestar colectivo y de prosperidad sin exclusiones. Ha llegado el tiempo de postergar nuestras diferencias, para priorizar las causas comunes que nos unen como nación”, afirmó.
“Desde mañana (lunes) -anticipó en otra parte de su declaración- empezaremos a diseñar el Paraguay que todo queremos sin groseras desigualdades ni injustas asimetrías sociales”.
Y agregó que la tarea por hacer “no es para una sola persona o solo para un partido”, después “de los últimos años de estancamiento económico, de déficit fiscal, con un preocupante índice de desocupados y el aumento de la pobreza extrema”.
La votación de este domingo, en la que casi 4,8 millones de ciudadanos estaban llamados a elegir también a senadores, diputados, gobernadores y concejales, reveló que el Partido Colorado-Asociación Nacional Republicana (ANR) consiguió una mayoría del 43,75 % en la Cámara Alta.
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